Desde luego, son lienzos que nos hablan de egregias costumbres, de donantes con capacidad y con calidad a la hora de elegir artistas de competencia y reconocimiento.
Aquí os dejo una Asunción contenida entre dos Inmaculadas.
La primera Imagen de la Pura y Limpia Concepción de María está situada en la nave de la Epístola del templo de San Miguel Arcángel, sobre el tabique que ciega una puerta imposible. Don José Domínguez Cubero nos habla en su libro "Monumentalidad religiosa de Andújar en la modernidad" de este cuadro y nos remite al informe de Romero de Torres, que sitúa su autoría en la persona de Mateo Cerezo, en plena efervescencia barroca.
La restauración de José Luis Ojeda nos ha devuelto una maravillosa Letanía a Nuestra Señora, saludándola como fuente de vida, jardín cerrado de Dios, torre de marfil o espejo de justicia, por poner tan sólo unos ejemplos de este vergel que se extiende a los pies de María Simpecado Concebida.
El segundo lienzo, también en San Miguel, es advocado como una representación de la Inmaculada Concepción de María por el profesor don Luis Pedro Pérez. A mi humilde juicio de Maestro de escuela y capillita, y sin contradecir nunca la interpretación documentada de don Luis Pedro, considero más lógico que nos encontremos ante una representación de la Asunción de María a los cielos en cuerpo y alma. Así lo deja entender la mirada dirigida hacia lo alto de la Señora, el movimiento de sus vestiduras, el ritmo ascendente que muestran los ángeles que la conducen hacia su trono excelso en el Cielo, y la propia posición de sus manos abiertas, que, tal y como nos enseñaron a los cofrades, muestran la presencia de una Imagen Asuncionista, frente a las manos unidas en oración que son propias de la iconografía concepcionista.
Giuseppe Cesari nos firma el último de los lienzos: la Pura y Limpia Concepción de María, mostrando en sus entrañas la preñez del Hijo de Dios, teniendo a sus pies la luna, cubierta por el manto de su Pureza Inmaculada por dos ángeles mancebos y coronada como Reina por dos querubines.
De nuevo un paisaje colosal de sublimes Letanías, la fortaleza de color del Caballero de Arpino, la figura manierista de María, donde la longitud de su pierna adelantada (en un canon que pareciera el mismo Rafael su autor), junto con la altura a la que ciñe su saya encarnada el ceñidor blanco, nos deja adivinar los primeros meses de su embarazo.
Obras colosales que nos acercan a la contemplación del Misterio de la Inmaculada Concepción de María, Solemnidad que, en breves fechas, seguiremos en los ternos que engalanan a las Dolorosas de nuestro pueblo.
Seguimos viendo modelos de maravillosas Glorias para Palio que nos hemos ido dejando atrás. ¡Suerte que aún nos queda un Palio para bendecir nuestras calles andujareñas!
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