viernes, 8 de septiembre de 2023

"CANTEN HOY, PUES NACÉIS VOS, LOS ÁNGELES, GRAN SEÑORA, Y ENSÁYENSE DESDE AHORA, PARA CUANDO NAZCA DIOS"

 

    Permanecía a menudo San Félix de Valois en la casa de la Orden Trinitaria en Cerfroid, junto a sus hermanos en oración y acogiendo pobres y cautivos en la Casa mientras San Juan de Mata extendía la Orden fundando nuevas casas.

    La víspera de la fiesta de la Natividad de María, el 7 de septiembre, mientras la comunidad rezaba los maitines, los hermanos se quedaron dormidos, excepto Félix que mientras se lamentaba de tan grave falta, contempló asombrado cómo descendían del cielo decenas de ángeles que le acompañaron al instante en el canto de los maitines a la Virgen, y la mismísima Virgen María ocupaba su lugar en el sitial de la presidencia para dirigir la oración de la Liturgia de las Horas a Dios Trinidad. 

    En muchas casas de la Orden Trinitaria se colocaba una imagen de la Virgen María, llamada del Coro, en el lugar de la presidencia, las monjas Trinitarias contemplativas aún conservan esta tradición. Este es el caso del convento de la Inmaculada Concepción, de Andújar (Jaén), donde una bellísima Imagen de la Virgen María (fechable entre los siglos XVII y XVIII), conocida como "la Priora", ocupa el sitial que preside el coro bajo de la comunidad, revestida con el hábito de la Orden.


    Septiembre tiene impresa en negrita y a mayor tamaño la fecha del 8 DE SEPTIEMBRE, aunque esta celebración no cunda entre la población cofrade de la ciudad. 

    La ciudad tiene el privilegio de disfrutar de tres celebraciones Eucarísticas que dan comienzo a las 12 de la noche de la importante jornada que conmemoran y festejan: la noche de la Natividad de la Virgen María, celebrada por la comunidad de monjas Trinitarias del convento de la Inmaculada Concepción junto a toda la comunidad cristiana de la ciudad, la noche del Nacimiento de Cristo y la noche de la Vigilia Pascual. Tomando el mensaje contenido en la homilía de don Ángel Sánchez, sacerdote celebrante de la Eucaristía que vivimos, sin el Nacimiento de la Virgen María, a la que Dios había preservado pura y perfecta desde el primer instante de su concepción,... ¡no hubieran tenido origen las otras dos solemnidades indispensables para nuestra Fe!



    ¡Este es uno de los significados más hermosos y sublimes que encierra esta celebración, mantenida durante más de un siglo por nuestras monjas Trinitarias andujareñas! 

    El rezo de la Liturgia de las Horas nos permite compartir con ellas la parte fundamental y única de su vida religiosa contemplativa, al igual que pueden disfrutar de este gozo de sentirse tan cerca de Dios las personas que durante todo el año participan en las jornadas de oración celebradas en esta bellísima iglesia andujareña, acompañando a las religiosas Trinitarias.

    Este año Dios me reservaba un sublime regalo para mi forma de entender esta Fe hacia Él y su Mensaje que me fue transmitida por mi familia. La prima Rafaela, prima hermana de mi madre, participó en la Eucaristía. Al término de la misma, ella me contó como acompañaba, de joven, a mi abuela María Jesús (¡su tía María!) hasta el convento de las Trinitarias, desde la cercana casa familiar situada en la Corredera de Capuchinos. ¡A sus 90 años (¡tal como suena!) la prima Rafaela aún recordaba como se quedaban hasta última hora de la noche en el zaguán de la casa cosiendo los encargos de costura que se le acumulaban a mi tía Carmen la modista. Recordaba aquel pasillo que conducía al patio, con sus jazmines frente al brocal del pozo, donde mi tío Paco "el montoreño", mecánico de oficio, había situado un foco para que aquellas trabajadoras tuvieran luz para realizar su labor.

    Hoy, nada más levantarte mi hijo Manuel, le he contado estos recuerdos que acababa de recibir de la prima Rafaela, para que él también los haga parte de su vida, los sienta suyos, recuerde las vivencias de su familia y las una a los días presentes vividos. El recuerdo de sus mayores, aunque no los haya conocido y compartido con ellos este presente, son parte de su identidad, son las huellas del camino de su vida, una vida que no empieza al nacer, sino que se alza sobre las alegrías, el trabajo, los sinsabores, las esperanzas y la manera de ser de quienes nos transmitieron este don de vivir, creer y ser libres.

    Y este es, en parte, uno de los significados que encierra la celebración vivida en estos albores del día 8 DE SEPTIEMBRE en Andújar, junto a las monjas Trinitarias y a nuestro sacerdote iliturgitano "Dandy" (amadrinado por la comunidad de monjas Trinitarias al recibir el Sacramento del Orden Sacerdotal): DIOS nos ofrece el regalo de la vida y, desde el principio de todo, nos da la libertad para aceptar y seguir la Palabra de Jesús, que se nos va mostrando como una constante de vida, donde cada nuevo ser lleva en si toda la sabiduría, la verdad y la capacidad de ser único recibida de sus progenitores. 

    Que en este día que nos ha nacido la SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, MADRE DE DIOS Y NUESTRA, sintamos su maravilloso ejemplo, sigamos su camino de peregrinaje hacia un mundo mejor y aceptemos en nosotros, tal y como Ella lo hizo, la acción salvífica y vivificante de DIOS en cada poro de nuestro ser y en cada segundo de nuestra existencia.

LAVS DEO, VIRGINIQVE MATRI