martes, 16 de noviembre de 2010

ESPERANZA DE LAS BENDITAS ÁNIMAS









El vestidor de Esperanza y su camarista siguen propiciando el más variado libro de tocados que podamos dar a conocer en las páginas de este blog De escuadras a tramos.

Negro terno, completamente terno. Rostrillo de antigua Dolorosa andujareña. Parece que estamos ante la Imagen de la Virgen del viejo convento del Carmen que tuvo sobre esa misma nave de la Epístola de Santa María su barroco retablo de estípites. Si nos acercamos a la Capilla del Señor de la Paciencia y la contemplamos a Ella todavía sobre su cuadro, podemos ver como ha comulgado Óscar con la herencia que es más nuestra.

Y sobre el rostrillo que contiene a una Virgen madura, con su pena intensa reflejada en las ojeras que huellan su rostro, viejas estrellas y florecillas de lis sobre un collar de perlas (rostrillo de perlas, como nuestra Madre y Reina). Estos elementos de orfebrería, me comentaba Óscar que formaban parte de un viejo aro de estrellas que lucía Esperanza en viejas fotografías tomadas hace décadas en las naves de Santa María.

La sencilla cruz de madera oscura con cantoneras de bronce, acentúa el carácter ascético de tan bendito Simulacro. El rosario sobre el pecho y ese otro prendido al cíngulo y que cae desde la cintura, nos hacen volver a incidir en este concepto de Dolorosa contenida en una clausura, como si fuera la Priora del Convento Trinitario de la Purísima.

El encaje, con ojillas doradas acartonadas por los años, ciñen de majestad el rostro de nuestra Esperanza. Y junto a esta imagen monjil, ese otro concepto que impera en estas fechas de noviembre, la Virgen como sacerdotisa oferente del Cuerpo Salvador de Cristo al que contuvo en sus entrañas. La estola negra dibuja con su perfil el dibujo justo sobre la negra saya. Manto de damasco negro oculta su orillo para dar más reverente oscuridad a la imagen figurada.

Y, por supuesto, por su absoluta pureza, la luna se recuesta a sus benditas plantas.

Esta es la grandeza de mi pueblo que ha vuelto a exigir sus fueros y su nobleza. Esta es la verdadera estirpe de arte de nuestra Andújar.

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