Aquí tenemos un azulejo protegido, en una vieja fábrica, que va hablando de nuestra historia a cuantos lo ven desde la autovía y que es un auténtico coloso. Un manto poco visto en otros azulejos y la Virgen aparece muy frontal e idealizada. Este azulejo espero que aguanten lo que le echen, porque compañeros suyos han tenido peor suerte (no sólo Pastora, sino aquel de la cooperativa de la calle Soledad que también nos mostraba a nuestra Patrona)
Este segundo azulejo, en la calle Alcalá Venceslada, tiene su miga. Creo que hay dos iguales en la misma barriada de casas. Es la primera vez que veo reproducida la Inmaculada que se 'venera' en uno de los panteones de nuestro cementerio y que debió ser quemada y salvada de refilón durante la Guerra canalla.
Tiene historia el asunto de verla así, en azulejo devocional, protegiendo el hogar de esta familia. Curioso el camino de las devociones hasta donde nos lleva.
Y para terminar, ¿alguien me puede decir que le ha pasado al azulejo de San Nicolás de Bari que estaba sobre la entrada de la Plaza de Abastos accediendo desde la Plaza Rivas Sabater?
Desde luego, en este pueblo somos unos hachas a la hora de perder las cosas!
Respecto de la Inmaculada del cementerio, es curiosa esa representación cerámica. Muy buen hallazgo, Manuel. Pero al parecer no fue la "guerra canalla" la que dejó así a la imagen, sino cierto incendio "fortuito" ocurrido en el convento de Mínimos, en el siglo XIX, que dio al traste con la preservación del edificio y, por tanto, permitió vender todo el inmueble. Esta historia me la contó en varias ocasiones mi tío Alfonso, familiar de Ana María Vidal que mandó construir la capilla del cementerio donde se venera esta imagen.
ResponderEliminarRespecto de la representación de San Nicolás de Bari, la cuestión es más sangrante pues vino a sustituir a la originaria de Bartolomé Herrera (destruida sin miramiento alguno)y fue encargada mediante suscripción de los vendedores de la plaza. Da igual: también acabó con ella la piqueta.