miércoles, 20 de julio de 2011

UN BARRIO MARINERO DE OLIVOS IV - LA PETALÁ


Alternativa entre estandartes. A las puertas de la casa de María, el lugar al que acudimos para probarnos la túnica nazarena de la Vera-Cruz, llega la comitiva de Nuestra Señora del Carmen. El estandarte fundacional parece dar la alternativa a la nueva insignia.


Juan Carlos Ocaña ostentado la presidencia de la Cofradía como Hermano Mayor, camina acompañado de la Hermana Mayor para el próximo año, Mercedes Fernández.

Tras ellos, el cortejo litúrgico (en esta ocasión no figuraba el pertiguero entre el cuerpo de acólitos de la Cofradía) anuncia la presencia de Nuestra Señora del Carmen, toda un ascua de luz en su frontal.

Mientras, el capataz y su segundo divisan ya la "petalá" que se anuncia desde el balcón blasonado. Fieles a su oficio, Rafa y Jesús disponen la maniobra para aproximar, muy poquito a poco, a la Señora para que reciba esta blanca ofrenda floral.

La calle aparece colmada de capillitas y relevos de la cuadrilla costalera.



Fragante delantera blanqueada de claveles con el estallido de los gladiolos en las esquinas. Aquí podemos ver a Rafa en una postura que le es muy propia, aferrado la manigueta, tomando distancias y compases. Estampa antigua la tuya, amigo mío. Vieja huella de quienes te precedieron en este noble oficio.

A la derecha, la blancura de un costal aprisiona al noctámbulo efecto del flash. ¡Cómo me gusta ver estos costales monocromáticos! No sé a vosotros, pero a mí me inquietan los costales "tuneados". Primero, porque son una herramienta de trabajo y requieren más funcionalidad y precisión para su oficio que exorno. Y, en segundo lugar, porque, imaginad si un nazareno del Jueves Santo inscribiera en la muceta de su antifaz: "Yo salgo de Nazareno el Domingo de Ramos". Seguramente, el Diputado Mayor de Gobierno le llamaría la atención y le pediría que se centrara en lo que estaba viviendo en ese momento. ¡Pues eso!


José Luis Serrano junto a su Virgen del Carmen, después de tantos años de esfuerzo y dedicación a la Cofradía.

Las piezas patrimoniales cedidas han dado lugar a este elegante conjunto que rodea a nuestra pequeña Virgen del Carmen, de Santiago. Hay que recordar que la sevillana Virgen del Carmen de Calatrava apenas si mide 85 cm., mientras que la de la también sevillana parroquia de Santa Catalina alza su talla hasta los 122 cm.

En nuestra ciudad, hay que considerar las reducidísimas dimensiones de la puerta del templo de Santiago de La Lagunilla.

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