miércoles, 20 de julio de 2011

UN BARRIO MARINERO DE OLIVOS III - EL CORTEJO



Mes de julio. Es el tiempo de la Parroquia de Santiago, asentada en el barrio de La Lagunilla, que vive en aquel espacio la decidida labor pastoral desarrollada por las dos cofradías que en ella tienen cobijo y sede.

Se viene oyendo, desde antiguo, la posibilidad de continuidad de esta Parroquia como autónoma o la posible integración de su feligresía a otra parroquia próxima.

Lo cierto es que esta capilla es una llamada a la oración cuando se llega a la ciudad desde la carretera de Arjona y encontramos la altura de su espadaña sobre la fachada blanqueada como punto de referencia de nuestra Andújar meridional.

Las Cofradías de Santiago y del Carmen viven en estas semanas su tiempo grande.

Es una cuestión que alguna que otra vez me he planteado como implementación de la vida de estas dos corporaciones y no es otra sino la de su fusión, que vendría a incrementar su patrimonio gracias al aumento del número de cofrades y la posibilidad del uso conjunto de insignias y Pasos procesionales (y, a buen seguro, que esta fusión daría lugar a plantearse, incluso, la hechura de nuevas Imágenes Titulares).

Esta sería una buena oportunidad para destinar parte de este presupuesto único para la ejecución de una Cruz alzada que sirviera para dar inicio a ambos cortejos. Y, en su defecto, se podría acudir a alguna de las parroquias cercanas o a las cofradías que disponen de Cruces alzadas entre su patrimonio, por poner tan solo algunos ejemplos.

Es un gozo ver cómo la Semana Santa chica de la SAFA, la procesión infantil de San José de la Montaña, del Colegio de San Rafael y buena parte de las procesiones infantiles de Cruces de Mayo de nuestras Cofradías de Pasión disponen de una Cruz de Guía para señalar el inicio de sus cortejos, al igual que suficientes miembros en los mismos para portar las distintas insignias (muy numerosas en los casos de San José y de la Semana Santa chica ). ¡Qué envidia!

De momento y en su lugar, la Cofradía del Carmen abre su cortejo con el Estandarte estrenado este año, sin escolta alguna.


Cerrando el cortejo de las Hermandades, entre las que distinguimos a las Cofradías de la Soledad, de Cristo Resucitado, de la Divina Pastora, de la Inmaculada Concepción, de San Eufrasio y de la Virgen de la Cabeza, figuraba la Cofradía hermana  de Santiago Apóstol,  que asistía al cortejo con su corporación completa, formada por estandarte y varas (el resto de hermandades aparecían representadas por varas, pero sin sus estandartes, excepto la Hermandad Matriz, que acudía representada por sus Banderas, pero sin sus cetros)


Detrás de las representaciones cofrades, figuraba el Estandarte de la Hermandad anfitriona, tal y como manda el canon, precediendo a los cofrades y a la Junta de Gobierno, perfectamente ubicada delante de los acólitos ceroferarios y turibularios.


Y, como colofón, como motivo de todo, como momento sublime anunciado por todo el contenido del cortejo, llegaba Nuestra Señora del Carmen con este magnífico adorno floral de claveles blancos en el friso de su parihuela y en perfectos bouquets para sus jarras y violeteras.

La luz de la cera en candelabros de guardabrisas y en tandas de candelería cobijó a Nuestra Señora, estando atendida en todo momento gracias a la labor de José Luis Serrano.


Una densa cuadrilla de costaleros de Andújar y de múltiples rincones de nuestra geografía, se congregaron bajo las trabajaderas de Nuestra Señora del Carmen, llamados, a mi forma de entender: de un lado, por la veneración que nace de esta Advocación (porque, ¿quién no tiene en casa a alguna Carmen?); de otro, por ser ésta la última ocasión en la que caminará por las calles de la ciudad uno de nuestros venerados Titulares llevados sobre el costal hasta el próximo Domingo de Ramos de 2011 (si no hay cambios antes de esta fecha...); y junto a esto, por el respeto y el aprecio que despierta en el mundo del costal la figura del capataz de Nuestra Virgen del Carmen andujareña, don Rafael Mondéjar, que, como es propio en él, estuvo pendiente en todo momento a cuanto aconteció en torno al discurrir de la Señora, tanto bajo las trabajaderas como en torno al Paso de la Reina carmelita.

Aquí lo tenemos solicitando un reconocimiento en el trabajo de la cuadrilla costalera hacia uno de sus hermanos de costal que, en esta ocasión, no se podía encontrar junto a ellos en tan anhelado trabajo.



Ponía el compás a este correctísimo andar (ese tipo de trabajo al que los antiguos llamaban "la briega debajo del Paso") la Agrupación Musical "Jesús Resucitado", de Torredelcampo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario