En el año 630 d. C., Heraclio, emperador de Bizancio, recupera la reliquia de la Santa Cruz, aquella que había sido tomada de Jerusalén por el rey de Persia.
El antiguo oficio de la liturgia de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el 14 de septiembre, recordaba así el milagroso hecho acontecido cuando el emperador se disponía a colocar la reliquia en la basílica erigida sobre el Calvario:
El antiguo oficio de la liturgia de la Exaltación de la Santa Cruz, celebrada el 14 de septiembre, recordaba así el milagroso hecho acontecido cuando el emperador se disponía a colocar la reliquia en la basílica erigida sobre el Calvario:
"Heraclio, revestido con ornamentos de oro y piedras preciosas, quiso cruzar la puerta que da al Calvario, pero no podía. Cuanto más se esforzaba por seguir, más se sentía como clavado en aquel lugar. Estupor general. Entonces el obispo Zacarías le hizo notar al emperador que tal vez aquellas ropas de triunfo no condecían con la humildad con que Jesucristo había cruzado aquel umbral llevando la cruz. Inmediatamente el emperador se despojó de sus lujosas vestiduras y, con los pies descalzos y vestido como un hombre cualquiera, recorrió sin la menor dificultad el resto del camino y llegó hasta el lugar donde había que colocar la cruz".
- Los cuatro medallones que ocupan las esquinas del Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Titular de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz andujareña, están pasados a metal por el orfebre cordobés Rafael Rubio, partiendo de los modelos en barro del maestro imaginero Manuel Luque Bonillo.
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