martes, 12 de abril de 2016

¡ABRILEANDO!

Un cartel será válido siempre que un paisano, ¡o una paisana!, puedan, a través de él, contar la historia de aquella celebración para la que el gráfico elemento fue creado. ¡No hay más filosofía!
 
En esta bendita víspera que contiene todo Abril, van viendo la luz, en los escaparates y las paredes, los carteles que nos hablan de una cita para la que brotan jaras y peonías sobre la piel morena de nuestra Sierra.
 
Dos de estos alumbramientos han llenado ese concepto que al principio defendía, ya que son auténticos "pliegos de cordel", detalladísimos retablos de "maese Pedro" con una narración de los hechos acontecidos en todas las Romerías que hasta ahora han tenido lugar y de todas cuantas habrán de ocurrir, por los siglos de los siglos, por las que hacemos Camino hasta el encuentro con nuestra Madre y Reina.
 
 
 
Esta es la historia de una Peña peregrina,
que retorna, cada Primavera,
cruzando un sabio Camino
por arte y ventura de su esencia,
para llegar a las plantas de una Virgen pura
a la que estos romeros le rezan
siguiendo la Fe de su pueblo,
con ese vitor a la Belleza perfecta
que encierra en si nuestro sino:
¡Viva la Virgen de la Cabeza!
 
 
El cartel para esta Romería de 2016 que nos regala la Peña "RINCÓN DEL ARTE" es una referencia al motivo de su existencia, a las razones por las que se hacen al Camino, a un Amor que se condensa en el Camarín de nuestra Dueña.
 
Este cartel resulta perfecto en su lectura. Maese Rafael Toribio Fernández, su autor (¡a quien su corazón, en estas fechas, le ha dado un "recalcón"...¡A mejorarse, maestro! Ahora, en el reposo,... ¡hay que sacarle todo su jugo a esos pinceles de arte!) nos ha dejado un formidable pliego de cordel donde se lee, de izquierda a derecha, el sentido de una peregrinación que une el Cielo con la Tierra; ¡donde todo comienza en ELLA! Aquí se representa a toda una Peña en el abrazo con el que José María González, "el bollos", sostiene a nuestra Virgen de ojos verdes y piel de bronce,... ¡aquí, José María, ha hecho realidad nuestro sueño de alcanzar las estrellas!
 
Recuerdo a José María cuando, tras acudir a la Procesión anual de alguna Cofradía Filial y ser preguntado por uno de los miembros de su Junta de Gobierno acerca de cómo le había parecido el acto, él siempre respondía con su sublime:
 
- "¡Muy bien, muy bien!... ¡todo muy bien!"
 
¡Si es que, cuando dos o más nos reunimos en nombre de la Virgen de la Cabeza, no hay otra forma de dar respuesta a cualquier interrogante!
 
Le quedó a maese Rafael el rostro de José María casi como conteniendo un amago de llanto. ¡Todas las imágenes de aquel rostro, de sus manos, de ese amor con que se entregó por entero a Ella, son la mejor manera de definir lo que siente un romero hacia la Madre de Dios que vive en nuestra Sierra Morena!
 
Y siguiendo con la lectura de este maravilloso texto al óleo, nos encontramos ante la Casa en el Cerro de esta Peña "RINCÓN DEL ARTE", abierta, ¡como siempre!, de par en par a toda alma viviente que se acerque a su vera. El cerro entero hecho espadaña para sustentar la voz de esa miriada de campanillas de barro iliturgitano que saludan, tintineando plegarias, al paso de la Emperatriz de la Tierra entera.
 
Continúa la lectura de este pliego de cordel, mostrándonos  que, para llegar al encuentro con la Belleza absoluta, esta vida no deja de ser sino un CAMINO EN HERMANDAD. Por ello, maese Rafael se detiene a mostrarnos una de esas imágenes que todos los carreteros guardan en sus anaqueles, en alguna pared de casa o de su Peña, en la  pantalla del ordenador o del móvil,... en cualquier rincón que les permita recordar, a cualquier momento del día, el verdadero significado de una Peña peregrina y romera: ¡HACER CAMINO, JUNTOS POR ELLA!
 
¡Magnífico cartel, maese Rafael! ¡Tan real como cada imagen que conserva nuestra memoria! Mirando esas cunetas plagadas de florecillas de la Sierra, uno no puede dejar de soñar con este Camino que Dios nos entregó para que lo recorriéramos a poco que nos lo permitan nuestras otras tareas!
 
¡Enhorabuena, Rinconeros y Rinconeras!: ¡Un cartel de Romería tan alto, tan alto,... como el Cerro de la Cabeza!
 

 
El otro gran manifiesto visual para explicar lo que significa la Romería para mi gente de Andújar, nace al amparo de otra de nuestras Peñas históricas: la "CASETA ANDALUZA CULTURAL". Su segundo cartel de Romería contiene, en su centro -¡y como no podía ser de otra manera!- a la Santísima Virgen, encumbrada sobre las platas del cetro del Hermano Mayor de su Cofradia Matriz andujareña.
 
El autor de esta fotografía -¡repleta de piramidales significados!- no es otro sino maese Manuel José Gómez Martínez. Él ha hecho de la Fotografía su vida, y creo que el noble arte de la Fotografía ha sabido recompensar su paciencia con acertadísimas muestras de composición, luz, sombras, encuandres y sentires.
 
Maese Manuel José sabe esperar el momento, acecha el instante, guarda silencio como ese lince de nuestra Sierra que conoce bien cuál es su objetivo. ¡Es un maestro! Tiene claro que cada fotografía contiene mil matices y que cada plano, robado a aquellos que le dan origen, no es sino un tributo a este Amor incondicional hacia la Reina de Cielos y Tierra. 
 
La fotografía que ilustra tan elegantísimo cartel no muestra a la Santísima Virgen de la Cabeza como NORTE VERDADERO:
 
- Pues es a Ella a quien busca la mirada inocente de la pequeña a la que acercan al preciado relicario de nuestra FE los brazos de un familiar, ofreciéndole a la Madre del Cielo su don más preciado, vestida con toda la elegancia de nuestra esencia andaluza
 
- Y es a Ella a quien le reza esa dama a la que contemplamos sobre la pequeña, dejando brotar toda la emoción, pues sabe que ya está pronta la llegada de nuestra Reina sobre sus andas, para bendecir a todos sus hijos e hijas por un año más.
 
- Y a Ella es a quien exalta ese vitor hecho plegaria en la voz del Hermano Mayor de la Cofradía de Andújar, y que se ve reflejado en el fervor que indica su mano abierta, tensa por la emoción de ese "¡Viva la Virgen de la Cabeza!", que no sólo se pronuncia, sino que se lanza a los vientos con cada ápice del ser de un ilitugitano al que sus hermanos hayan elegido, por un año, como su heraldo ante la Madre de Dios.
 
¡Este es el sentido de nuestra peregrinación, que ha de ser convertida en vida a través de ese "compartir", de ese "celebrar", de ese "transmitir" que lleva implícito el significado de nuestra ROMERÍA!
 
Dos carteles, dos prólogos para la Gloria, ¡dos puntandas más para santificar las "VÍSPERAS"!

lunes, 4 de abril de 2016

CRÓNICAS DE UN PASEANTE RANCIO - CAPÍTULO XCIII - SANTA MARINA Y SANTIAGO

¡Me alegro de haber encontrado allí a la Cofradía! ¡Era un requerimiento de mi forma de interpretar la ciudad! Caminar durante todo el año junto a la cabecera de la antigua parroquia de Santiago, en el corazón de la medina, requería que el recuerdo dibujara, junto a sus muros de molinaza y ladrillo, la huella itinerante de una Cofradía.


Llegamos a tiempo, siempre según el compás de esa párvula escuadra cofradiera que ya nos acompaña. He de decir que nuestros niños se impresionaron -¡y de qué manera!- al toparse de bruces con el Fiscal de Cruz que marcaba el andar del cortejo penitente de la Venerable Cofradía del Santo Sepulcro andujareña.

Yo llevaba al pequeño Miguel Ángel en brazos, para tratar de calmar su desazón ante el silente y negro duelo de la Cofradía del recordado Convento de la Victoria, de Mínimos, sugiriéndole, a media voz, los motivos por los que aquellas personas salían así a nuestro encuentro, en las viejas callejuelas de la ciudad, Muy Noble y Muy Leal, que sigue viendo pasar su historia sin preguntarle siquiera hacia dónde camina..

¡Así que fue Manuel Almansa Duro, con sus siete años y medio de práctica, quien se hizo cargo de la cámara fotográfica! ¡Está bien conocer aquello que llama la atención de un niño!


El golpe de la vara del fiscal fue el primer reto que los más pequeños encontraron. Yo sentía la respiración de Miguel Ángel en mi cuello, intentando esquivar la visión del aquel solitario nazareno.

- "¡Tranquilo, sólo es un hombre vestido con su túnica que nos avisa de que algo importante va a pasar!, ¡para que estemos atentos! ¡No tengas miedo!"- le dije, recordando la tranquilidad que me transmitía la mano de mi padre cuando veíamos pasar, por la Puerta del Sol, la oscura comitiva que caminaba junto al Gran Poder iliturgitano.


El ronco tambor, trepanador de la vieja piedra de asperón de la cabecera parroquial, ayudó en algo para tranquilizarles, pues observé como el pequeño Luis imitaba el golpeteo de la maza sobre el parche, en ese impulso natural que siente todo niño de seguir un compás que nos acelera el pulso.

¡Y llegó la escuadra romana! ¡No debería haber ni una sola generación de niños cofrades que no disfrutara de lo que significa ver desfilar a una escuadra de soldados romanos en una procesión! ¡A Manuel chico le faltaba tiempo para apretar el disparador de la cámara, tratando de atrapar el paso de aquellos soldados de Tiberio que habrían de montar guardia junto al sepulcro!




La memoria de lo que nuestros abuelos construyeron está impresa en los viejos álbumes de fotografías en tonos sepia, en la piel de quienes sintieron un escalofrío al paso de aquellas gentes armadas, en la retina de nuestras abuelas de plata que aún se recuerdan a sí mismas cosiendo "la´senagüillas" de los trajes de "romanos"...


Cruz de Guía que abre el cortejo penitente. Velazqueña huella, manifestada entre ciriales, y con ese empleo de dalmáticas sobre túnicas nazarenas tan debatible.


¡Al revisar la cámara, descubrí que el pequeño Manuel ya anda metido en experimentos, buscando encuadres que le permitan atraparlo todo,... y creando nuevos puntos de vista! Dejémosle que ensaye, pues ese deseo de captarlo todo es una de las mejores maneras de "aprehender" cuanto la vida nos ofrece.


Llegó la escuadra de damas de mantilla que preceden a la Cruz Triunfal. Quiero, en este momento, dedicar una loa y mi completo reconocimiento a la labor desempeñada por las maestras y maestros de Religión, que ofrecen ese diálogo en oración, dibujo y lámina impresa, plegaria, cercanía, cariño y amabilidad que muestra a nuestros hijos e hijas en Quién creemos y confiamos y el porqué entendemos la vida de esta manera. ¡Hay que sentirse orgulloso de los verdaderos cimientos del Orden Moral Cristiano sobre los que está edificada esta sociedad española nuestra!

¡Bendita infancia, que es capaz de arrancar una sonrisa a quien participa en un cortejo de tan acertada sobriedad y silenciosa penitencia! ¡Mas, se es maestra en cada instante de la vida,... y una profesora de la talla y de la calidad humana de Teresa no puede evitar dibujar una sonrisa ante uno de sus alumnos, pues Aquel a quien ahora acompaña en sus exequias, ha de volver a ser Luz de Luz y Vida para nuestras vidas en apenas tres días!

¡GRANDES NUESTRAS MAESTRAS!

 
¡Llegó la Cruz Triunfal, ese Árbol donde se nos brinda toda la Misericordia de Dios!... ¡Y Manuel chico, que llevaba una semana revisando nuestras viejas publicaciones de "El Correo de Andalucía", no acierta a decir otra cosa sino...!
- "¡Mira papá, aquí ya está "derrotá" la "Canina"!"  



Comitiva de negro duelo, compuesta por cofrades que se declaran testigos fieles de la Resurrección de Cristo mientras velan su cuerpo por tres días. Estandartes manifestando la maestría de los artistas andujareños bajo cruces decimonónicas de bronce, entre la escolta que le brindan viejos faroles, recordándonos aquellas públicas manifestaciones de Fe presididas por estandartes de Cristo y de Nuestra Señora, esencia  de nuestra forma de ser y de pensar.






Sonidos de guizques y añoranza del golpeteo de carracas que ordenaran este andar silente que todo lo llena, que puebla cada rincón de la noble ciudad, penitente y peregrina.

Así llega la parihuela sobre la que el cuerpo de Cristo es trasladado al sepulcro vacío que cediera José de Arimatea.

El alma de los más jóvenes despierta de ese primer temor producido por tan extraños sonidos y tan oscuro cortejo y busca ahora, de puntillas los mayores y encumbrados sobre el balcón de los brazos que los alzan los más pequeños, contemplar el cuerpo de Jesús. Su atención se centra, en primer lugar, en el agujero que dejaron los clavos en sus manos y la llaga abierta en su costado. Luego, siempre nos llega la misma pregunta:

- "¿Jesús no está muerto, verdad?,... ¿a que sólo está dormido?"

El sonido del mazo sobre el dragón de bronce les vuelve a sobresaltar. La vida les irá ofreciendo la respuesta.



Busca ahora el jovencísimo fotógrafo a su párroco, a aquel que les acompaña durante las tardes de Catequesis, cuando bajan de clase para saludar a Jesús en el Sagrario, aquel sacerdote con el que aprenden Villancicos "to chulos" y la manera en la que hay que participar en la Misa de los Domingos; Y para su amigo es la última de las fotografías de esta procesión exequial que acompaña a Jesús y que nos devuelve, una vez más, a consumir las vísperas para su Resurrección a una Nueva Existencia.

 

¡Me alegro de haber encontrado a la Cofradía del Santo Sepulcro junto a la iglesia de Santiago!

En el año 1998, el Obispado de Jaén y el Ayuntamiento de Andújar encontraron la manera de restaurar los bellísimos templos de Santa Marina y Santiago y de reabrirlos para que la ciudadanía de Andújar pudiera disfrutar de dos magníficos espacios imborrables para el significado actual de nuestra ciudad.

Allí gozamos de magníficos pregones, de sesiones formativas y de convivencia, de extraordinarias exposiciones, como la Magna del Segundo Milenio organizada por la Cofradía Matriz o la presentación del cartel para dicho Jubileo realizado por la Cofradía de la Santa Vera-Cruz o los pregones, exaltaciones y presentaciones de carteles de Cofradías y Asociaciones Civiles de la ciudad o aquella exposición con motivo del Quinto Centenario de los Estatutos de 1505 de la Cofradía Matriz o conciertos de todo tipo de músicas o conferencias de profundo calado...


He podido hablar con representantes de ambas instituciones sobre el futuro de ambos espacios. Comparten las mismas inquietudes... ¡y aportan las mismas dificultades!, pero sé que no abandonan la realización de proyectos que recuperen estos bellísimos puntales del patrimonio iliturgitano.

Santa Marina y Santiago son dos clarines que suenan en la ciudad, junto con el viejo alcázar, la "Casa Azul" o la de "el ecijano", la muralla en el altozano de "la Marquesa" o la "Casa de la Cultura", en la Plaza de Santa María.

El asociacionismo puede brindar vida, actividad, crear encuentros con la cultura,.... las instituciones tienen que encontrar la fórmula para que estas corrientes tengan un cauce por el que circular.

¡Siempre hemos de sentirnos en vísperas de hallar una solución!,.. ¡antes de que ésta no tenga a dónde llegar!