Era el final perfecto. Lo venía pregonando el ritmo al que se consumía la cera. Estaba marcado por el viejo rito que ensalza, cada Octubre, a la Madre Trinitaria de Andújar. Así lo venían esperando sus cofrades: que Ella descendiera desde su trono a nuestro encuentro.
Y he aquí un encuentro que presagiaban nuestros años escolares: doña Ramona, maestra ejemplar de nuestros años de Párvulos, rezando las mismas oraciones que ella nos enseñó allá en las Aulas de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, de Andújar, a quienes recibimos nuestra formación académica y humana en tan noble Institución escolar.
Ella misma me lo decía, después de recordar, como siempre, mi nombre y apellidos, los de mi esposa...¡e incluso los de mi hijo!: "Que sigáis viviendo según aquello que se os enseñó y los valores que recibisteis".
El racimo de la Caridad, haciendo gala del lema de la Hermandad, no faltó junto a la Señora del Buen Remedio.
Es un placer ver cómo la han tratado Ángel en su "Callejuela de azahares", Miguel en su "Semana Santa de Andújar" y Jorge en su "La Pasión según Andújar".
Y así lo podemos ver en la página web de la Hermandad del Buen Remedio.
SIMPLEMENTE PRECIOSA
ResponderEliminarGRACIAS MANOLO
FELICES VISPERAS
Es admirable como esta hermandad se supera cada año en su altar para el triduo de octubre. enhorabuena por acercarnos a la madre del buen remedio, tal y como es ella, una reina.
ResponderEliminarsaludos manuel
Haciéndome eco de vuestros comentarios, quisiera felicitar, desde este espacio, a Victor Castro, Fernando Cantón, José María Carrillo y a cuantos cofrades han trabajado para elaborar este Altar de Gloria a nuestra Madre. Sus esfuerzos bien han merecido la pena, como todos podemos ver.
ResponderEliminar¡Felices Vísperas, compañeros! ¡Aún nos queda la Esperanza!