jueves, 4 de abril de 2024

TRES CABALLEROS: DON JUAN LUIS LÓPEZ HERNÁNDEZ, PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE LINARES EN 2024



Para un músico cofrade, la Semana Santa se vuelve continuo viajar, de un lugar a otro, donde las horas de autobús junto a esa familia nacida de la lectura de los pentagramas amados se vuelve el lazo que une el esfuerzo humano con la Providencia divina. Para un músico fraguado en jornadas tras el paso de los Misterios de la Pasión de Cristo, el mundo cristiano que los celebra al llegar el tiempo del Parasceve se vuelve una inmensa piel de toro desplegada entre acordes, compases y silencios. Esa presencia en tantos rincones que rezan a través de sus interpretaciones, supone también la ausencia de esa intensa querencia por la tierra materna, por las propias Imágenes de Cristo y de la Virgen María que se siguieran en los años párvulos de las primeras complicidades con una hermandad hecha cofradía de luz y esencias.

Y para salvar aquella ausencia que su vocación de músico y por ser promotor de uno de los mayores fenómenos musicales a los que en nuestra tierra jiennense se ha dado origen, maese Juan Luis López Hernández, pregonero de la Semana Santa de Linares en este 2024 quiso llegar ante el atril de la mano de aquel muchacho que caminó por aquellas calles, que rozó con sus manos las viejas piedras de palacios y basílicas, que ciñó en bandolera un tambor del que arrancó lamentos acompasados con sus primeras baquetas, que sostuvo a Cristo bajo el madero brindándole su juventud costalera y que se alza ahora como maestro, educador, compositor y director de ese torrente de sonoridad y fuerza que son su labor pedagógica y su dirección de la Agrupación Musical de La Pasión, de Linares y de España entera.

Si alguien tenía que presentar al pregonero para romperle los fondos del alma y dejarle tocado bajo esa escasa línea de flotación que le quedara antes de acudir ante el atril de las miradas y las palabras, ese tenía que ser maese Antonio García Delgado. La amistad entre estos dos caballeros, entre estos dos linarenses, se erige como esa suma exquisita que siempre nos sale a la primera. como ese vino que se degusta despacio, como esa amistad que se forja durante una vida entera.


No buscó el pregonero teologías contenidas en viejos textos, siempre vivos en el día a día de las comunidades que siguen a este Cristo de la Palabra hecha actos. Le encontró entre el sentir de sus paisanos al rozar la piel con la que el Arte dibujó aquella entrega completa por Amor. Supo describirnos como encontraba este reflejo de lo divino en las secuencias que dibuja una cofradía en las calles, pero también estableció la dicotomía de los momentos en los que tantas personas se sienten alejados de una sociedad que parece llevar el paso cambiado con excesiva frecuencia, dejando a un lado a demasiadas personas.

Atrapaba maese Juan Luis con su palabra, con el discurrir de su rima, que derramaba bellas palabras que me cautivaron, pues ya no es tan frecuente su uso y siguen teniendo la sonoridad y los significados de una bella frase musical.

Su familia, en su voz, brotando de la sangre que les late en los pulsos. Sus padres, en su gratitud eterna por brindarle la sal sobre esa noble tierra linarense, trabajada en su superficie y bajo sus arterias. De especial calado ese testamento vital entregado a su hijo y a su hija haciéndonos a todos partícipes de la verdad de un padre ante el regalo más hermoso del que se pueda ser receptor y tutor. ¡Y su absoluta bonhomía al confiarles al cuidado perpetuo de la Santísima Virgen de Linarejos!

¡Y la música, siempre presente en la esencia de esta ciudad a la que tanto debe nuestra provincia en este ámbito! La música como catalizadora de todos los sentidos. De nuevo un restallido de magisterio en el entendimiento al describir la pasión entendida según el eterno amigo, presente en la fundación de "La Pasión" y su manera de sentir este arte sublime. Arte que llevó al pregonero a honrar con su palabra esas Semanas Santas vividas, junto a los componentes de su banda, a lo largo y ancho de las devociones que gozan de sus plegarias sonoras a lo largo de esta tierra prometida andaluza.

No faltó la memoria agradecida a cofrades, sacerdotes y artistas que dieron forma, en aquellas maravillosas décadas, a este estallido de arte que hizo de Linares referencia artística de nuestra provincia. ¡Hasta los tiempos de cocción de los barros modelados en el estudio de maese Luis Álvarez Duarte se volvieron anécdota inolvidable para la memoria de un joven cofrade!

Ante la proclamación de su credo personal en la fe según las profundas devociones de su tierra linarense, comprendemos lo que para el pregonero y su familia de La Pasión ha supuesto retomar esa noche santa y única en la que Jesús se aferra a la columna y a la cruz buscando que volvamos a ser niños que sienten por primera vez, un año más, que la razón se guía cogida de la mano que nunca nos deja caminar a solas.

¿Qué decir cuando, en un pregón, deja su alma al descubierto de esta manera?

Aquel niño ha dado cumplimiento a su sueño y nos ha hecho partícipes de él. ¡Gracias, maese Juan Luis, por esta nueva partitura regalada!





 

miércoles, 3 de abril de 2024

TRES CABALLEROS: DON JUAN JOSÉ ARMIJO MONTESINOS, PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE SANTISTEBAN DEL PUERTO EN 2024


"Sé que no has ahorrado tiempo, trabajo y esfuerzo [...] en detalles que no saldrán a la luz pública, pero que solo tú y el Señor conocéis." Así presentaba doña María Dolores Castillo Requena al pregonero para la Semana Santa de Santisteban del Puerto en este año de 2024. Y lo hacía con profundo conocimiento de causa, pues la vida, la manera de ser y la constante actividad evangelizadora y cultura de maese Juanjo Armijo Montesinos, junto con su esposa, su hijo y sus miles de hermanos y hermanas en la fe está plagada de estos momentos de encuentro con Cristo que son el más bello regalo que brinda Dios a través de su Providencia.

El oficio de maestro tiene como instrumento y fin a un tiempo transmitir la importancia de APRENDER para construir la propia existencia. La condición de pregonero lleva en si misma esa llamarada para quien escucha el pregón de querer saber más, de saberse contenido en él, de seguir construyendo ese mensaje recibido de acuerdo a como le fue transmitido y como debe ser legado a quienes le sigan.

A don Juan José Armijo Montesinos estos dos oficios le cuadran como un perfecto par de guantes, hechos a medida a base de su esfuerzo, su trabajo, su estudio, su investigación y su formación en la fe, como cristiano y como catequista que la sigue comunicando con cuanta realidad, liturgia y confianza este don recibido de Dios lleva consigo.

Como un niño, ¡pero grande,... muy grande!,... nervioso al tiempo que imparable frente al atril, alzando las manos como buen músico, para acompasar su palabra, la voz y el gesto que comunicaron a su familia y a sus paisanos santistebeños su orgullo por pertenecer, eternamente, a aquel sagrado rincón donde María Santísima quiso su morada, coronando aquel bendito Collado para la fe de toda su comarca. 

Maese Juanjo no ha demostrado, una vez más, que es maestro que no olvidará nunca todo lo que como alumno aprendió, aprende y aprenderá. Maravillosas han sido sus alusiones a la música a lo largo de todo su pregón. De aquel chiquillo que comenzó empleando una caja de quesos como tambor a este compositor de la música y del verso que con el ritmo, el compás, el tempo y contratiempos precisos, entre notas, acordes y calderones le compuso a la tierra donde sus padres le dieron la vida una bellísima marcha sinfónica pregonada, a la que dio por nombre RESURREXIT SANTISTEBEÑA.

 La rememoranza de los niños que entraban a probarse los trajes que ilustran los pasajes biblicos. que acompañan a Cristo en su entrada en Jerusalén, llevaron a Juanjo a pedirnos, con vehemencia y con el vivo ejemplo de sus actos, a que luchemos siempre por Cristo, con actitud enamorada, con la voz que vibre y con la sonrisa como sólido argumento de nuestra absoluta confianza en Él. Así nos lo fue reiterando en una palabra certera que repitió a lo largo de su plática: "¡Hermano, sal a evangelizar!"


Sus memorias de su vida en hermandad en su tierra natal y en sus cofradías, así como en nuestra capital del Santo Reino donde la vocación y el servicio llevaron a su familia, se vieron reflejadas en un hermoso principio, por desgracia, tan poco valorado en nuestros días y que el pregonero sostiene, mantiene y demuestra: "Me tocó cuidar de otros, como antes cuidaron de mi,... ¡como está mandado!"

Nos hizo partícipes el pregonero de la rica tradición que la fe cristiana sostiene y contiene en su pueblo, con la fundación de aquella cofradía de la Vera Cruz en aquel año de 1578 como referente de la vida en cofradía, rotundo manifiesto de confianza y compromiso que nuestra tierra demuestra como forma de pertenencia a la Iglesia y como manera de mantenerse atenta a las necesidades de los hermanos y hermanas.

No se dejó ni una sola flor sin cuidar con sus palabra: la figura de don Jacinto Higueras y la esencia que de DIOS regaló a su pueblo a través de su reflejo contenido en el Divino Nazareno; de pedir que no olvidemos nunca la fe que resiste al dolor y la postración, pidiendo con total acierto para que sea pronta la santificación del periodista don Manuel Lozano. Y personifiicó a todas las madres como reflejo de la Santísima Virgen de los Dolores, cuando han de enfrentarse al dolor de compartir la enfermedad de sus hijos, de sufrir ese dolor de verlos salir a un mundo que en tantas ocasiones asusta por su inseguridad y su falta de coherencia, de luchar por ellos cuando el trabajo les falta y la necesitad les agobia. Y a todas nuestras madres las supo refugiar entre el abrazo protector de la Viren de los Dolores, a Quien proclamó como "LA MADRE DE TODAS LAS MADRES Y MADRE DE TODA LA TIERRA."

Recordando todos los problemas que viven nuestros pueblos. nos recordó el consejo que siempre recibimos de la Santísima Virgen María: que cumplamos con el dictado de Jesucristo de amarnos unos a otros, acabando así con todas nuestras absurdas miserias.

No le faltó al pregonero recordar a la Santísima Virgen de las Lágrimas, solicitando para Ella su culto y su presencia entre su pueblo santistebeño.

A lo largo de mi vida, he llegado a conocer las conmemoración de nuestra fe durante los días de la Semana Santa en mi Andújar, en Sevilla, en Córdoba, en Jaén, un Vierrnes de Dolores junto a la suprema Reina de Arjona, un Domingo de Palmas en Calanda, a causa de mis días en aquellas aulas turolenses, y un Viernes Santo junto a mis hermanos nazarenos de Arjonilla, donde tuve el inmerecido privilegio de ayudar a desenclavar a Cristo de la Cruz y trasladarlo al sepulcro, que habría de quedar vacío al tercer día.

¡No he vivido la Semana Santa en más lugares que estos! Pues os puedo decir que gracias a la palabra del pregonero maese Juanjo Armijo Montesinos, ha despertado en mi el deseo de conocer esas calles que narra, esos momentos junto a Cristo y a la Virgen María rememorando su Pasión, Muerte y Resurrección a la manera en la que la viven las buenas gentes de este pueblo jiennense, protegido eternamente por la infinita Mediación ante Dios de María Santísima del Collado. 

Puedo decir, con total certeza, que el pregonero ha cumplido con su objetivo de proclamar la fe de sus mayores y las raíces profundas desde las que esta crece en su población de cuna.

¡Enhorabuena, maese Juanjo, por cumplir la labor que te fue confiada!






 

martes, 2 de abril de 2024

TRES CABALLEROS: DON DAMIÁN CRUZ MARTÍNEZ, PREGONERO DE LA SEMANA SANTA DE BAEZA EN 2024

 

Conocí a maese Damián Cruz Martínez gracias a estas redes sociales y a su gentileza debo la inclusión de una pequeña glosa de mi autoría, acerca de la Semana Santa tal y como es celebrada por las cofradías penitentes de Andújar, en el Cuaderno cofrade que anualmente publica la Tertulia cofrade "El capirote", de Baeza, concretamente en el número 16, publicado en el año del Señor de 2019. No imagino mejor testigo ni mejor lugar para conocernos personalmente que no fuera a las plantas del Santísimo Cristo de la Yedra, ya entronizado sobre el Calvario de su paso procesional cuando aún este se ubicaba en el antiguo convento de San Francisco de la Sacramental e Inmaculista Ciudad.

La noticia de que él sería el pregonero de la Semana Santa de su ciudad en este año, me hizo soñar caminos y plegarias que han quedado superadas largamente por la brillantez en la palabra, la oratoria, la baezanía y la fe derrochada por don Damián Cruz sobre las viejas tablas del Teatro Montemar.

Ya las primeras saetas del Pregón me traspasaron el alma, al ser su saludo para su padre, don Felipe Cruz, carpintero como lo fue el mío, quien a su vez también rondó los espacios entre bambalinas de nuestro recordado Teatro Avenida de Andújar. El homenaje a su padre me arrebató la primera emoción al ver la bonhomía que este caballero lleva en su esencia.

Y si las puntadas de este bordado debían seguir construyendo horizontes conocidos y compartidos, su enumeración de los distintos capirotes, vestidos de sus textiles hábitos según la Fe conventual baezana hizo presa en mi, haciéndome sentir que deambulaba entre las calles pétreas y cargadas de viejas heráldicas de Baeza al encuentro de estos mudos cortejos penitentes que devuelven su pasado a la ciudad, convirtiéndolo en su más fértil futuro.

El tercer golpe del llamador del pregonero se elevó al Cielo que ya pueblan los cristianos de Baeza que allí marcharon, conformando una ensoñadora cofradía de grandes baezanos y baezanas, en la que incluyó a todas las almas que forjaron familias cristianas en la ciudad y que ya ruegan por los suyos en presencia de Dios Padre.



Llegaba el momento de compartir este Pregón, de asonante melodía en su continua rima, en el rezo, piadoso y místico, del Vía Crucis según Baeza, Misterio a Misterio de la Pasión contemplada por las calles y plazas de la ciudad. Y, tras cada pasaje de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo que maese Damián describía en su romance, la Santísima Virgen María aparecía bajo la dulzura de las distintas Advocaciones con que Baeza la proclama y suplica su Mediación, adornando cada Estación con andares costaleros, con el muñir de campanillas y la voz de las espinaqueras, con el quebranto de la saeta desde un balcón o la labor callada de quien enciende la candelería de un palio.

Me ocurre siempre con los pregoneros de la ciudad de Baeza con los que comparto devociones y maneras de ver la vida en cofradía, y es que me hacen desear recorrer las calles de su ciudad por ellos descritas, en cualquier momento del año, para seguir rememorando el tránsito de Dios y su amantísima Madre de la manera en la que sus hijos e hijas de Baeza cumplen con el rito recibido de sus generaciones predecesoras.

Fe bien cimentada, revelada a través de un Pregón que tenía el Catecismo de nuestra Santa Madre la Iglesia contenido entre sus páginas. 

Respeto a las nobles Artes a las que dan permanencia y sentido las cofradías a través de la elaboración de su patrimonio.

Homenaje sincero al universo cofrade de su ciudad y a los amigos de su Tertulia "El capirote".

Dedicatoria absoluta a su familia: a sus padres, a su esposa, a su hijo.

Y una última sucesión de versos en absoluta y rendida Veneración de la Madre y Reina de toda Baeza, la Santísima Virgen del Alcázar, cuya corona de amor de toda una ciudad ya se empieza a ver forjada en el oro de sus promesas de entrega perpetua, generación tras generación.

¡Querido amigo Damián! Por fin pude acceder a tu Pregón a través de las publicaciones de 9TV La Loma, pasados estos días de Fe y Arte que nos colman el alma. He de decirte que ha sido un absoluto deleite acompañarte retablo por retablo, ante cada paso, por cada estrechura de vuestras calles, a la luz de la cera prendida entre los paramentos de vuestras plazas, a los pies de vuestra altiva catedral, entre la sillería del coro de vuestra sacrosanta iglesia "patronal", entre la Luz de Pasión y Gloria que colma las capillas de vuestra iglesia de San Pablo.

¡Enhorabuena a Baeza por contar ya contigo entre la nómina de sus pregoneros de su Semana Santa!