Un cartel será válido siempre que un paisano, ¡o una paisana!, puedan, a través de él, contar la historia de aquella celebración para la que el gráfico elemento fue creado. ¡No hay más filosofía!
En esta bendita víspera que contiene todo Abril, van viendo la luz, en los escaparates y las paredes, los carteles que nos hablan de una cita para la que brotan jaras y peonías sobre la piel morena de nuestra Sierra.
Dos de estos alumbramientos han llenado ese concepto que al principio defendía, ya que son auténticos "pliegos de cordel", detalladísimos retablos de "maese Pedro" con una narración de los hechos acontecidos en todas las Romerías que hasta ahora han tenido lugar y de todas cuantas habrán de ocurrir, por los siglos de los siglos, por las que hacemos Camino hasta el encuentro con nuestra Madre y Reina.
Esta es la historia de una Peña peregrina,
que retorna, cada Primavera,
cruzando un sabio Camino
por arte y ventura de su esencia,
para llegar a las plantas de una Virgen pura
a la que estos romeros le rezan
siguiendo la Fe de su pueblo,
con ese vitor a la Belleza perfecta
que encierra en si nuestro sino:
¡Viva la Virgen de la Cabeza!
El cartel para esta Romería de 2016 que nos regala la Peña "RINCÓN DEL ARTE" es una referencia al motivo de su existencia, a las razones por las que se hacen al Camino, a un Amor que se condensa en el Camarín de nuestra Dueña.
Este cartel resulta perfecto en su lectura. Maese Rafael Toribio Fernández, su autor (¡a quien su corazón, en estas fechas, le ha dado un "recalcón"...¡A mejorarse, maestro! Ahora, en el reposo,... ¡hay que sacarle todo su jugo a esos pinceles de arte!) nos ha dejado un formidable pliego de cordel donde se lee, de izquierda a derecha, el sentido de una peregrinación que une el Cielo con la Tierra; ¡donde todo comienza en ELLA! Aquí se representa a toda una Peña en el abrazo con el que José María González, "el bollos", sostiene a nuestra Virgen de ojos verdes y piel de bronce,... ¡aquí, José María, ha hecho realidad nuestro sueño de alcanzar las estrellas!
Recuerdo a José María cuando, tras acudir a la Procesión anual de alguna Cofradía Filial y ser preguntado por uno de los miembros de su Junta de Gobierno acerca de cómo le había parecido el acto, él siempre respondía con su sublime:
- "¡Muy bien, muy bien!... ¡todo muy bien!"
¡Si es que, cuando dos o más nos reunimos en nombre de la Virgen de la Cabeza, no hay otra forma de dar respuesta a cualquier interrogante!
Le quedó a maese Rafael el rostro de José María casi como conteniendo un amago de llanto. ¡Todas las imágenes de aquel rostro, de sus manos, de ese amor con que se entregó por entero a Ella, son la mejor manera de definir lo que siente un romero hacia la Madre de Dios que vive en nuestra Sierra Morena!
Y siguiendo con la lectura de este maravilloso texto al óleo, nos encontramos ante la Casa en el Cerro de esta Peña "RINCÓN DEL ARTE", abierta, ¡como siempre!, de par en par a toda alma viviente que se acerque a su vera. El cerro entero hecho espadaña para sustentar la voz de esa miriada de campanillas de barro iliturgitano que saludan, tintineando plegarias, al paso de la Emperatriz de la Tierra entera.
Continúa la lectura de este pliego de cordel, mostrándonos que, para llegar al encuentro con la Belleza absoluta, esta vida no deja de ser sino un CAMINO EN HERMANDAD. Por ello, maese Rafael se detiene a mostrarnos una de esas imágenes que todos los carreteros guardan en sus anaqueles, en alguna pared de casa o de su Peña, en la pantalla del ordenador o del móvil,... en cualquier rincón que les permita recordar, a cualquier momento del día, el verdadero significado de una Peña peregrina y romera: ¡HACER CAMINO, JUNTOS POR ELLA!
¡Magnífico cartel, maese Rafael! ¡Tan real como cada imagen que conserva nuestra memoria! Mirando esas cunetas plagadas de florecillas de la Sierra, uno no puede dejar de soñar con este Camino que Dios nos entregó para que lo recorriéramos a poco que nos lo permitan nuestras otras tareas!
¡Enhorabuena, Rinconeros y Rinconeras!: ¡Un cartel de Romería tan alto, tan alto,... como el Cerro de la Cabeza!
El otro gran manifiesto visual para explicar lo que significa la Romería para mi gente de Andújar, nace al amparo de otra de nuestras Peñas históricas: la "CASETA ANDALUZA CULTURAL". Su segundo cartel de Romería contiene, en su centro -¡y como no podía ser de otra manera!- a la Santísima Virgen, encumbrada sobre las platas del cetro del Hermano Mayor de su Cofradia Matriz andujareña.
El autor de esta fotografía -¡repleta de piramidales significados!- no es otro sino maese Manuel José Gómez Martínez. Él ha hecho de la Fotografía su vida, y creo que el noble arte de la Fotografía ha sabido recompensar su paciencia con acertadísimas muestras de composición, luz, sombras, encuandres y sentires.
Maese Manuel José sabe esperar el momento, acecha el instante, guarda silencio como ese lince de nuestra Sierra que conoce bien cuál es su objetivo. ¡Es un maestro! Tiene claro que cada fotografía contiene mil matices y que cada plano, robado a aquellos que le dan origen, no es sino un tributo a este Amor incondicional hacia la Reina de Cielos y Tierra.
La fotografía que ilustra tan elegantísimo cartel no muestra a la Santísima Virgen de la Cabeza como NORTE VERDADERO:
- Pues es a Ella a quien busca la mirada inocente de la pequeña a la que acercan al preciado relicario de nuestra FE los brazos de un familiar, ofreciéndole a la Madre del Cielo su don más preciado, vestida con toda la elegancia de nuestra esencia andaluza
- Y es a Ella a quien le reza esa dama a la que contemplamos sobre la pequeña, dejando brotar toda la emoción, pues sabe que ya está pronta la llegada de nuestra Reina sobre sus andas, para bendecir a todos sus hijos e hijas por un año más.
- Y a Ella es a quien exalta ese vitor hecho plegaria en la voz del Hermano Mayor de la Cofradía de Andújar, y que se ve reflejado en el fervor que indica su mano abierta, tensa por la emoción de ese "¡Viva la Virgen de la Cabeza!", que no sólo se pronuncia, sino que se lanza a los vientos con cada ápice del ser de un ilitugitano al que sus hermanos hayan elegido, por un año, como su heraldo ante la Madre de Dios.
¡Este es el sentido de nuestra peregrinación, que ha de ser convertida en vida a través de ese "compartir", de ese "celebrar", de ese "transmitir" que lleva implícito el significado de nuestra ROMERÍA!
Dos carteles, dos prólogos para la Gloria, ¡dos puntandas más para santificar las "VÍSPERAS"!
Gran cartel el del Rincón del arte acompañado de sublimes palabras, las de D. Antonio Martín-Viveros. Aquí las dejo: https://www.youtube.com/watch?v=AqDH9ohDy74
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