Sin lugar a dudas, a los cofrades, la lluvia nos arrebata un año de vida. Pero, en modo alguno nos olvidamos del sentido verdadero de esta jornada del Triduo Sagrado de la Semana Santa: El Hijo de Dios, hecho Eucaristía, permanece velado por los suyos en el Monumento Eucarístico de nuestras Parroquias y Conventos.
Un año más, la familia Almansa Duro pudimos visitar, en una noche fría e inhóspita de Jueves Santo, con olor a tierra mojada, a Jesús Sacramentado reservado en el Monumento:
Convento de San Juan de Dios. Comunidad de Madres de Desamparados y San José de la Montaña. En la primera foto, vemos a la Comunidad religiosa durante la Hora Santa.
Ermita de Ntra. Sra. de la Cabeza. Comunidad de RR. PP. Trinitarios. El frontal del altar de azulejería realizado por Pedro Palenciano Ruiz es uno de los elementos del patrimonio de esta capilla que más llama la atención a quien nos visita (De nuevo, el maestro crea una bellísima imagen sobre la que explicar el sentido de nuestra Romería).
Convento de Jesús María. Casa Madre de Franciscanas Mínimas de San Francisco de Paula. Palmas y ramos de olivo, pequeña imaginería de estética kitch, oración y voz de unas monjas que guardan la Imagen de uno de los Crucificados más sobrecogedores de nuestra comarca.
Detalle de un Niño Jesús Nazareno en el Convento de Jesús María.
Parroquia de San Bartolomé Apóstol. Los cortinajes que velaban la entrada de la capilla sacramental son parte del altar de cultos de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz de Andújar.
Parroquia de San Miguel Arcángel.
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