Foto: Jorge Rodríguez Toribio
En primer lugar, agradecer a Jorge Rodríguez el que me haya permitido utilizar sus fotografías para esta entrada "El sentir de una madre". La imposibilidad de encontrar tiempo y el hecho de que nuestra capilla de la calle Cuna sólo se abra durante los Cultos de la Hermandad, me dificulta en gran medida poder acudir ante Nuestra Madre y Señora del Buen Remedio.
Bien es verdad que, para estar junto a Ella y junto al Señor de la Sentencia, tan sólo hay que solicitarlo a alguno de los componentes de la Junta de Gobierno, que gustosamente nos abrirán la capilla; pero es una pena que este espacio devocional, tan cercano a una zona sanitaria tan visitada a lo largo del día, no pudiera recibir las visitas de paisanos y forasteros.
Me quedo con lo que sueñan varios amigos míos capillitas: ¡qué ganas de jubilarse para pasar el día en las capillas de nuestras hermandades, abriéndolas al público!
Foto: Jorge Rodríguez Toribio
En otro orden de cosas, así se muestra Nuestra Señora del Buen Remedio en estos meses de estío. La veremos de nuevo como Reina coronada para los cultos de su Triduo y Función Principal de Octubre.
La diadema de santidad y sus ropas albas y celestes, junto a este encaje que sigue marcando una personalidad de Dolorosa perfectamente definida, nos hablan de calidez y confianza en esta Virgen sagrada que nos aguarda junto a la memoria perdida de la muralla.
Preciosa esta serie de entradas "El Sentir de una Madre", me está encantando. Un fuerte abrazo desde la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
ResponderEliminarGracias, amigo Pepe.
ResponderEliminarNos alegramos que nuestras Reinas vestidas para este tiempo de estío te estén sirviendo para conocernos, para disfrutar de tu condición de cofrade y la de los tuyos y para hacer aparecer en vosotros ese sentimiento de oración para la que nacieron y que Ellas llevan cosechando en nosotros desde que las Cofradías hacen más fácil este mundo imposible.
Gracias de nuevo, José.