CORPUS 2011 - LOS ALTARES... Y EL BALCÓN

Altar de la Cofradía de la Esperanza, frente a los arcos del Ayuntamiento

Rotundo el remate central de este altar: ¡la corona de nuestra Esperanza! Y como centro, la custodia, ese eje principal, junto al sagrario vacío, en esta tipología de retablo efímero para homenajear el paso de Jesús Sacramentado.

Junto a ella, el cáliz, las especies y las Sagradas Escrituras. Y qué decir de la mesa de altar, ¡fabulosa! Esos cuatro candeleros del Pasopalio cubiertos con el mantel eucarístico hacen soñar con un altar de cultos móvil de la cofradía.

Para custodiar este sol dorado, ¡qué mejor que los dos arcángeles que en la Capilla Sacramental de la Parroquia de Santa María guardan a Ntra. Sra. del Carmen en ese retablo suyo heredado!

A los pies del altar, se nos muestra el Divino Infante, como cierre de este mensaje eucarístico.

Altar de la Cofradía del Buen Remedio en el Palacio de los Coello de Portugal

De este Palacio ya no podemos separar la memoria de los altares sacramentales realizados por el Buen Remedio.

Junto al Sagrario, como epicentro que contiene el Sancta Sanctorum de nuestra fe, la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús que hemos de reverenciar en estos próximos días.

De nuevo están aquí presentes las preseas que han de contener las sacras especies, junto a la Santa Biblia y las Reglas de la Cofradía; Y, sobre áureas columnas de retablo, dos centros de flores en la más pura línea de estos tiempos de Gloria Eucarística.

Jesús Niño, de nuevo a los pies del altar.

Altar de la Cofradía del Señor de los Señores frente al Palacio de Don Gome

Dosel nazareno en la forma del pendón que abre el cortejo de Jesús Nazareno. Bajo éste, el pan y el vino en sus especies custodiados entre los ángeles que se sitúan en las esquinas del Paso procesional. Doce luces y la jofaina del Lavatorio nos hablan del Cenáculo y del Colegio Apostólico.

Altar de la Cofradía de la Inmaculada Concepción junto al convento de las RR. MM. Trinitarias

Pura y Limpia desde su primer instante, María es templo y sagrario de la Santísima Trinidad. Así, sigue siendo la custodia y el sagrario el centro de este retablo, que comparte altar con las especies y la Palabra Sagrada.

Jesús Niño, entre espigas, de nuevo al pie del altar.

Las jardineras de las Andas procesionales de nuestra Señora embellecen este celeste altar eucarístico.

Altar de la Adoración Nocturna en el convento de San Juan de Dios

Asimetrías en este año para el retablo de la Adoración Nocturna. Junto al conjunto de elementos propios de este efímera catequesis sacramental, encuentra su entronización, sobre lo que creo que es un paño de hombros para la reserva del Santísimo, la Custodia en la que, cada noche de Jubileo, es adorado por nuestros mayores Jesús contenido en el Santísimo Sacramento del Amor.

¡Qué pena que no pudiera detenerme para realizar estas fotografías, porque, por un segundo no aparece como fondo egregio Ntra. Sra. de las Angustias con el Cuerpo de Jesús manifestado en su regazo centrada en su prodigioso retablo!

Altar de la Cofradía Matriz de Ntra. Sra. de la Cabeza en su Ermita

A la suma del sagrario y las especies hay que unir, en este altar sacramental centrado en la portada goticista, con arquivoltas apuntadas que guardan el tímpano del relieve de nuestra Señora, la mesa de altar con las siglas JHS, que dan un regio asiento a este vergel de pureza y buen gusto.

La candelería al pie del altar, los bordados de dos generaciones de Banderas, representadas por la Bandera donada por la familia Chamocho y las que conmemoran la concesión de la Medalla de Andalucía y la de DCCLXXV Aniversario de la Aparición, el lienzo que el Maestro Luis Aldehuela realizó para el tapiz floral de cada ofrenda de Romería, son elementos que nos hablan de nuestra Patrona.

De nuevo, el Niño Jesús, en esta ocasión, en una asimetría compartida con un escudo de la Cofradía enmarcado.

Columnas salomónicas y centros vegetales dan luz y volumen a esta composición sacramental.

Altar de la Cofradía de la Agonía en el Huerto en Isidoro Miñón

Este frontal de Palio viste la calle Isidoro Miñón con un soberbio altar centrado en elementos de plata. Los faroles del Paso del Señor de la Agonía parecen seguir acompañando al Misterio de la Agonía en el Huerto, aquí mostrado en la capilla central del respiradero de Palio. Correcto equilibrio entre la Palabra Sagrada y las especies que han de convertirse en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Redentor. Centrándolo todo, la Cruz, como altar supremo del sacrifio de Cristo: su propia vida. A sus pies, un dulce Niño Jesús, vestido con un monacal terno que no me resisto a traer hasta esta entrada:

Altar de la Cofradía de la Paciencia en su calle Príncipe

En la calle Príncipe, como epílogo de la pontifical, en este año, calle de la Alhóndiga, la Cofradía de los Dolores del Carmen encumbraba su Cruz decana de nuestra Semana Mayor sobre el sagrario, frente al que aguardaban las especies eucarísticas.

El Niño Jesús se nos mostraba en este altar manifestado sobre el sagrario que ha de contener su Cuerpo.

Custodiaban este altar los estandartes que contienen los dos antiguos medallones heredados de la tradición de la secular cofradía nacida en el convento del Carmen: dos de las piezas más bellas e importantes conservados y custodiados por nuestras cofradías que nos hablan de la huella de fe y cultura dejada por nuestras hermandades andujareñas.

Repostero de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz en el balcón central de la Casa Espejo

Y, como novedad en este año 2011, un anhelo más alcanzado por la Vera-Cruz andujareña.

Os lo mostraba en la entrada anterior. Y aquí, os puedo hablar ya de esta primera fase del proyecto de altar sacramental para reverenciar el tránsito de Su Divina Majestad por una vía de tan profundo sabor veracrucero como es nuestra calle de San Francisco, y en un lugar tan majestuoso como el balcón principal de la Casa Espejo, casa-palacio cuya traza fue creada por el arquitecto Aníbal González, autor, entre otras tantas maravillas, de la capillita del Carmen, esa que sirve de frontera entre Triana y Sevilla; ilustre arquitecto que tuvo por sobrino a un artista del calado de Cayetano González, orfebre-imaginero, autor del Paso de Nuestro Padre Jesús de Pasíón y de los Palios de Amargura y Concepción (por citar tan sólo algunas representaciones de la Gloria que surgieron de este artista).

Quienes nos conocéis un poco a la gente de la Vera-Cruz andujareña, sabéis que no podía ser otro el lugar escogido para alzar nuestro altar para Cristo contenido en la Sagrada Eucaristía.

Tenemos que agradecer a la dueña de esta casa-palacio, Doña Pilar Lobatón Espejo y a su hija, Pilar Barba Lobatón, una cofrade desde la yema de sus dedos hasta la médula osea, el que nos permitieran entrar en su casa y hacer uso de este espacio magno, elegantísimo y andaluz por los cuatro costados.

El respiradero bordado en oro que ilumina el Paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Vera-Cruz centra todo este espacio, entre la Bandera que recuerda el título de Cofradía Pontificia, y aquella otra que, sobre campo sable, ostenta una cruz de sínople, insignia que ha manifestado esta hermandad, al menos, desde el siglo XVII, tal y como recogen sus Libros de Inventarios.

Como detalle emocionante para quienes pudimos llegar a aquel magnífico balcón de forja, hay que señalar que, en sus esquinas, se encontraban, realizados en la propia forja, dos candeleros, donde situamos sendos codales de cera que fundió la Cofradía de la Vera-Cruz durante su última Estación de Penitencia.

TIBI POST HAEC, FILI MI, VLTRA QVID FACIAM?