Y, en la noche del Sábado, aquella primera Cruz cambió para dar paso al pequeño Paso procesional sobre el que la Santa Cruz, revestida en este año, a manera de sudario, por uno de los perizomas de damasco que guarnecen el bendito cuerpo tallado de Cristo atado a la Columna, celebraba esta exaltación de la vida que son las Cruces de Mayo en nuestra Cofradía.
Como exhorno floral, recurríamos a un elemento que está resultando particularmente significativo para la Hermandad de la Vera-Cruz: esas cuatro piñas de siempre vivas, llenas de sentido nazareno y capillita.
A ellas, hay que sumar la presencia de seis tulipas, dos de ellas sobre los candeleros de orfebrería que brindaron luz a Ntra. Sra. de los Dolores durante su Via Matris, reservando los pabilos que prendían cera blanca de pureza:
Como exhorno floral, recurríamos a un elemento que está resultando particularmente significativo para la Hermandad de la Vera-Cruz: esas cuatro piñas de siempre vivas, llenas de sentido nazareno y capillita.
A ellas, hay que sumar la presencia de seis tulipas, dos de ellas sobre los candeleros de orfebrería que brindaron luz a Ntra. Sra. de los Dolores durante su Via Matris, reservando los pabilos que prendían cera blanca de pureza:
Presidía una Cruz de Guía cubierta con una estola adquirida por la Hermandad para exhorno de María Santísima y San Juan Evangelista. Y como escolta de la Cruz, las nuevas hachetas estrenadas este año por la Cofradía:
La banda... ¡pues ahí los tenéis!: uno de las Tres Caídas y el otro de Presentación de Dos Hermanas,... ¡a elegir!; la Infantil:
y la Grande:
Monaguillos turiferarios,... muy pendientes de lo suyo:
Y la Cuadrilla... ¡pues eso: ángeles Vera-cruceros!
En definitiva, y como diría el Divino Nazareno: "Sinite parvulos venire ad me".
¡Y eso mismo fue lo que hicimos!
Dios nos concede audiencia, junto a su Bendita Madre, desde su Altar de la Vera-Cruz de Andújar.
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