Mi Manuel, que durante estas "Semanas Santas" de su existencia ya ha visto vestir en casa la túnica negra de ruan de la Santa Vera-Cruz y el blanco remedo de pureza del hábito del Buen Remedio y ya identifica tan alta distinción del cofrade con el apelativo de su habla infantil: "neno", resulta que no sabe pasar por el pasillo familiar sin detenerse a realizar la "llamá" de rigor ante el martillo que recibimos en la jornada de Hermanamiento entre nuestra Agrupación Musical "Virgen de las Angustias" y nuestra Banda de Música "Maestro Amador" (es para ver las "levantás" al cielo que se gasta aquí el amigo; Tengo que subir un vídeo del asunto).
Para colmo de un padre nazareno, este bendito regalo del cielo se baja la rampa del zaguán de casa de su abuela sobre los pies, ¡que ni la rampa del Salvador!
¡Y eso es lo que hay!
No es de extrañar con el maestro que tiene, tu si que eres ejemplo para tu Manuel y tantos y tantos pequeños que te ven y escuchan día a día, ellos son nuestro relevo y bien sabe Dios que solo así se irán enganchando poquito a poco a este mundo cofrade que tanto queremos.
ResponderEliminar¡Cómo me alegro de verte por estos lares, Luis!
ResponderEliminarTengo que llevaros un día a mi Manuel a la capilla de Jesús, que él sólo le ha visto durante la Vigilia Diocesana de Espigas y todavía no estaba pendiente de esta bendita locura que nos mueve, amigo mí.
Quedo con Jesús y contigo y nos vemos por allí el fin de semana menos pensado, que hay muchas novedades en la ilustre Arjonilla que nos tenéis que mostrar a los cofrades iliturgitanos.
Un saludo, hermano Nazareno.