miércoles, 22 de junio de 2011

¡EL COSTAL SOBRE EL QUE REINAS, SEÑORA!

No sé si estaréis conmigo en que una de las grandes revoluciones del mundo del costal y la trabajadera en Andújar la ha supuesto la incorporación a este sabio andar de tres de las Imágenes de María Santísima veneradas en la ciudad.

En cuanto respecta a ver caminar a Nuestra Divina Pastora de Capuchinos acompasada por la mecida que le imprimían sus costaleros, tengo que decir que ha supuesto para quien os habla el momento cumbre del año. Necesitábamos recuperar a nuestra Pastora sobre este andar preciso, elegante, justo, delicado, sometido a las leyes lógicas de la física, para verla volver a la verdad del mundo cofrade: una Reina que sale al encuentro de su pueblo.

Enhorabuena a la Cofradía y a las personas que, dentro de ella, han acometido este cambio, que siempre será para mejor.

Por cierto, en esta fotografía vemos como el manto, en su adamascado, recuerda al realizado para la Virgen de los Dolores del sevillano Cerro del Águila por el bordador Francisco Carrera Iglesias.

En cuanto a la importancia del cortejo, hay que agradecer a la cofradía el hecho de hacer vestir a sus abanderados traje de chaqueta, aportando toda la dignidad que contiene esta función cofradiera.

El Estandarte de la Cofradía, ¡simplemente colosal! Os hablaba de él en la entrada dedicada a la Solemnidad procesional de Nuestra Pastora de las Almas, y comentaba su condición de estandarte corporativo (insignia que representa a la Hermandad), pero, al verlo, yo me planteo incluso escoltarlo con faroles, que como sabéis, es algo propio de insignias de gala, que reciben veneración y culto por cuanto representan para la Cofradía. Es magnífico tener esta pieza entre nosotros. Yo sueño con verlo situado como centro de un Altar de Corpus, encumbrado al paso de Jesús Sacramentado.



Otra de las sabias decisiones en este 2011 nos lo trajo también una Reina, la Dolorosa de Capuchinos, que en la noche del Miércoles Santo consiguió que su Palio caminara en la justa medida en la que deben hacerlo las bambalinas cuando acompasan su mecida a la de los varales.


La rotundidad del cambio puede llevar a la Cofradía a plantearse esta forma de trabajo para su Misterio.



Nuestra Señora de las Angustias también pudo hacer gala de su regia prestancia sobre las trabajaderas, aunque sólo fuera para acercarse hasta el dintel de su puerta y saludar a los fieles que aguardaron bajo la lluvia la luz de su presencia junto a ellos.


El caminar bajo trabajaderas, en Andújar, poquito a poco, desde aquel año 1984, ha ido explicando su significado, su por qué, y ha ido ganando adeptos. Ahora es responsabilidad de las Juntas de Gobierno atinar con buenos capataces, que cuajen cuadrillas, primero: fieles a la Imagen que van llevando (sin eso, más vale volver a las ruedas); y, en segundo lugar: sabedores de la responsabilidad que asumen sobre la forma de trabajar de su gente, sobre el físico de sus costaleros, su futuro, y, como no, como garantes del estilo de la Hermandad a la que pertenecen o para la que realizan su trabajo, nunca al revés...

No hay comentarios:

Publicar un comentario