La elegancia no está de venta en las tiendas; no eres elegante porque te lo creas o porque te lo cuente alguna que otra rémora. La elegancia, no me cabe la menor duda, ¡es un don con el que se tiene que nacer!,... ¡y ya lo he dicho todo!
Se es elegante en la mirada, en el porte, en la sonrisa, en la manera de saber esperar, en la forma de ceñir la seda, en la postura que se adopta en cada momento,... ¡en la vida que se derrocha!
Tiene por costumbre este "De escuadras a tramos" detenerse cada año a paladear la elegancia de los buenos romeros y romeras andujareños cada vez que inician su camino para re-encontrarse con nuestra Sagrada Virgen morena. Así lo hemos venido haciendo en anteriores entradas dedicadas a tan sublime Sábado de Romería.
Nos nacen generaciones con el alma preparada para recibir este legado, este relevo, esta llave de la elegancia, esta compostura, esta querencia por lo nuestro, este libro abierto de las buenas maneras, ¡esta forma de sentir!
Y esas generaciones tienen un manantial inagotable y vital del que alimentarse,... ¡un bello altar para un Cielo eterno de Abril!
Hay una escuela de la elegancia en ella. Araceli González tiene el porte y la planta de las que os vengo hablando. Y tiene, como tesoro más sublime, el amor de su esposo y de sus hijos e hijas como bastión elevado de esa buena gente que son todos y cada uno de ellos.
Este Sábado de Romería del decretado año 2016, nuestra vice-hermana mayor, Araceli González, nos legó un traje que ha quedado impreso en los anaqueles de la memoria.
¡Es la huella firme de esta dama que da vida a una cálida y noble familia andujareña, es la quintaesencia de seguir adelante pisando sobre la huella de quienes nos precedieron, es un traje de amazona de realengo, es una Primavera que se acuerda del Otoño montero; es un bodegón de Alberto Durero, es un homenaje a la belleza, es un trozo de piel de encina, es un alféizar desde el que asomarse a los esplendores decimonónicos, es un toque "chic" para esta rotunda celebración peregrina!.... ¡ES LELI EN LA MÁS PURA EXPLOSIÓN DE SUS ESENCIAS!
Leli ha asumido esa representación de las mujeres iliturgitanas que nos dejaron la inmensa dote de su belleza y elegancia reflejadas en una sonrisa, a la que adornaban con ese abanico de prendas que resaltaban los principios de la auténtica elegancia, como es el caso de Susana Alonso León: ¡LA VERDAD QUE LLEVA DENTRO LA MUJER ANDUJAREÑA!
¡Gracias Leli González, por esta gloriosa manera de pregonar nuestra Romería, por esa solvencia con la que muestras la belleza de nuestra tierra y por el eterno amor que sientes por nuestra Madre Santa!
Por cuanto haces en homenaje a la nobleza de las mujeres andujareñas, que la Virgen te tenga siempre junto a Ella, Leli.
¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA!
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