Tenemos en la Parroquia andujareña de Santa María la Mayor a una comunidad cristiana y cofrade que viene recreando Letanías entre las advocaciones de las cinco Imagenes Marianas de vestir que reciben veneración en el bellísimo templo iliturgitano.
En esta entrada, vamos a hacer un recorrido por una iconografía muy particular que hemos venido observando entre la representación de Nuestra Señora a la que rezamos bajo las bóvedas renacentistas de Santa María.
A raiz de la última celebración de la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza, en la que la pudimos contemplar, durante los dos primeros días de su Triduo, a la Virgen entronizada al pie de su retablo, vamos a traer a estas "Escuadras" digitales un elenco de imágenes donde se muestra a la Madre de Dios como auténtico Trono de Sabiduría.
Altar de Cultos de la Esperanza. Diciembre de 2012
Nuestra Señora del Carmen, en la Navidad de 2008
Ya en aquella Navidad, el vestidor de la Esperanza, Óscar Menéndez, nos ofreció la representación de la Virgen del Carmen sentada junto al vacío pesebre, esperando la llegada del Redentor.
Virgen del Mayor Dolor, de Santiago, en el Besamano del año 2011
Eduardo y Manuel nos mostraron así a la Virgen del Mayor Dolor durante su Besamano, en la conmemoración de su fiesta, el Viernes de Dolores.
Esta Dolorosa que muestra su iconografía sedente a la usanza de las Dolorosas andujareñas de centurias pasadas, nos viene mostrando diversos ternos, que se verían bellamente complementados con una alternancia en la situación de sus manos, tal y como Castilla nos ofrece desde la luz de sus siglos.
Dolorosa de la Hermandad de la Vera-Cruz, de Valladolid
Virgen de las Angustias, de Valladolid
Grupo de Nuestra Señora, Santa Ana y el Divino Infante en Andújar
Reina entronizada sobre el firme tronco de Jesé, desde el desamortizado templo de Santiago nos llega la Madre de Dios junto a su madre, Santa Ana, y el Divino Infante, que ha establecido su sede de Sabiduria en el retablo mayor. Esta sublime representación la vemos en la catedral burgalesa, donde la infancia del pequeño Niño Dios se entrecruza con su muerte en un terrible Calvario que corona este pétreo retablo.
Grupo de la Virgen, Santa Ana y el Niño en la catedral de Burgos.
Virgen de la Cabeza en Santa María
La Imagen de nuestra Patrona que se venera en el Templo puede que sea una de las más antiguas de la ciudad. Su candelero simula la efigie de una Madre entronizada que sostiene al Rey del Universo. Otra imagen de la Realeza de la Madre del Creador que nos aguarda en una soberbia capilla iluminada por el arte de maese Luis Aldehuela con sus campanas de Sierra Morena.
La Virgen de los Dolores, del Convento del Carmen
Y, en la memoria gráfica nos queda la gran Señora que nos unía a una Andújar conventual y castellana, plagada de elegancia, donde la Madre de Dios, transida por el Dolor, se nos mostraba sedente, con la huella de la Pasión compartida asumida en la plenitud y belleza de su rostro y en el recogimiento de toda una Señora, Reina, Dueña y Madre Dolorosa.
Podemos decir que, en Santa María, la Madre de Dios nos recibe como viva Imagen de ese Trono de Sabiduría con el que nuestras madres y abuelas la llaman, rogándole a Dios que guarde siempre nuestras almas.
Que así sea.
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