viernes, 12 de abril de 2013

ESCUADRA DE DAMASCOS I


La memoria, como las “vereas” que nos llevan al Santuario, dejan surcos en la piel fotográfica. Son ya 11 Romerías las que han pasado desde que fue tomada esta imagen y en estas vísperas de la Proclamación de Damascos y Camino todos los presentes en ella sentimos como la sangre nos corre como el caudal del Jándula por las venas. ¡Todos!

Recuerdo todavía su voz, con ese timbre andujareño de bien, de persona cabal, de hijo fiel de la Virgen, atento siempre a lo que Ella le pidiera. Esa voz que a través de las “Doce campanas de plata” transmitía a todos la seguridad que le nacía del relicario del pecho y compartía las emociones que todos los peregrinos sentían por Ella. José María González Jiménez era un hombre de la Virgen y, junto a nuestra Virgen Morena se sentía auténticamente libre.
Quiero evitar que mis palabras encierren ningún atisbo de tristeza. Tengo la seguridad de que su vida ya ha sido sublimada en el encuentro con Dios Padre ¡Y a buen seguro que José María ya le habrá colgado del cuello el primer estadal y lo tendrá dispuesto a iniciar camino desde la esquina de Jesús María!

Todos le sentimos aquí, porque él ya es uno de los vínculos que unen Andújar con la otra Romería, esa que es cita eterna colgada entre el Cielo y la tierra.

En la fotografía le tenemos en la plenitud de sus días. Unió el amor por su madre al que sentía por su otra Madre y Reina de piel morena. Ya las vuelve a tener juntas.

Posa su mano sobre el hombro de su hija Alba (¡sí, esa chiquilla con 11 Romerías menos es Alba el día que llevó su primera Bandera! ¡Creo que fue la donada por la familia Vallejo-Galaso, que en esa jornada ejercía como decana entre el grueso de Banderas!) La genética de los padres estaba claramente presente en esa niña, que ha sabido consolidar sus días como cofrade y romera.

¡Y qué decir de la última pareja de abanderados en aquella mañana abrileña! Por un lado, Don Francisco Fuentes Chamocho, Pregonero de la Romería de aquel 2002 que recibía su Bautizo de Damasco portando entre sus manos nuestra Bandera Jubilar. ¡Sublime alternativa!; ¡pocos pregoneros habrán gozado de tan altivo aldabonazo a sus sentires!

Como compañero tiene el maestro a Don Emilio García padre, bonhomía de andujareño que parece haber nacido sabiendo sentir los vientos aferrado a una Bandera. Bien merece Emilio cuanto le aguarda por vivir durante el resto de Romerias de su vida. Si Dios quiere, estas Banderas harán un arco de Damasco a la Virgen el día que Ella decida entrar a bendecir su casa, si así lo quieren sus cofrades.

Con la sonrisa que le identifica, con la herencia en la sangre y en el arte que recibió de mis padres, con su magisterio sobre mi vida entera, con su entrega hacia su familia, con su elegancia, con su sinceridad, con su hidalguía, con su grandeza, con su templanza, con su veneración hacia nuestra raíz, junto a las Banderas camina el cabeza de familia de la progenie Almansa Fuentes: mi hermano mayor: Don Luis Almansa González.

Don Manuel Baltanás, todo un caballero, todo un romero, un señor de los pies a la cabeza, el hombre que me anudó la corbata el día que me casé, el hombre que curó a mi Bandera Jubilar cuando estaba herida, camina junto a mi cuñada María José Expósito el día más bonito y más ansiado de la Primavera abrileña para un romero de Andújar.

El cetro que nuestro Fiscal de Banderas llevará entre sus manos en esta Romería de 2013, a buen seguro que perfumará el relieve de la Virgen con una ramita de romero recogida de las “vereas” que van hacia el cerro, cortada de las mismas plantas de la Cruz del Peregrino, lugar desde el que siempre nos acompañará, Camino Viejo adelante, nuestro hermano fiel, José María González Jiménez, “El Bollos”, otro peregrino eterno de María Santísima de la Cabeza.

¡VIVA NUESTRA MADRE Y REINA! ¡VIVAN SUS ROMEROS DEL CIELO! ¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario