Aquí tenemos su origen, marcando con la Cruz de San Andrés las compañías de un Tercio de piqueros y arcabuceros:
Sobre el hombro de un alférez, se nos presenta en la Rendición de Breda, al frente de los Tercios, mostrando la cruz carmesí de Borgoña sobre un ajedrezado azur y plata.
En Cabra, estas grandes banderas, pensadas para figurar entre un bosque de picas de más de cuatro metros de mástil se muestran así, tremoladas sobre el pueblo que las contempla, durante las solemnidades de su Titular, Nuestra Señora de la Sierra:
La Cofradía Filial de Sevilla de Nuestra Señora de la Sierra porta esta bandera, respetando la composición del ajedrezado formado por triángulos verdes, rojos, blancos y amarillos cruzados por la cruz de San Andrés sumada de flores de lis, pero adoptándola a la medida de las banderas que figuran en los cortejos procesionales sevillanos.
Estas banderas las veremos también participar en las celebraciones de Nuestra Señora de la Fuensanta, de Montoro, conservando las diagonales sobre un fondo blanco o crudo:
Y están presentes en la sala de patrimonio del Santuario de Nuestra Señora del Collado, patrona de Santisteban del Puerto.
¿Recordáis esta concepción de bandera dentro del cortejo de las Cofradías que participan en la procesión de Nuestra Señora de la Cabeza en su cerro y que fuera recogida en su lienzo por Bernardo Asturiano, en la segunda mitad del siglo XVIII? Volvemos a ella, pues ilustra muy bien el tema de hoy:
Así arranca la historia de estas magníficas insignias. Continuaremos viendo su evolución. Este primer capítulo nos da una ligera idea de cómo podría ser la Bandera que manifestara el Título de Matriz de nuestra Hermandad, porque es, en sí, aquel que recoge la definición de Primitiva Hermandad, es decir, Primera de las establecidas para rendir devoción a Nuestra Señora de la Cabeza en todo el mundo. Hablamos de una bandera que empleara como fondo un color crudo y combinara sobre el mismo un diseño de triángulos de tonos rojos y azules.
Encontramos estas insignias en los Paises Bajos y en Italia, en las fiestas conservadas desde los siglos XIV al XVI.
Y están presentes en la sala de patrimonio del Santuario de Nuestra Señora del Collado, patrona de Santisteban del Puerto.
¿Recordáis esta concepción de bandera dentro del cortejo de las Cofradías que participan en la procesión de Nuestra Señora de la Cabeza en su cerro y que fuera recogida en su lienzo por Bernardo Asturiano, en la segunda mitad del siglo XVIII? Volvemos a ella, pues ilustra muy bien el tema de hoy:
Así arranca la historia de estas magníficas insignias. Continuaremos viendo su evolución. Este primer capítulo nos da una ligera idea de cómo podría ser la Bandera que manifestara el Título de Matriz de nuestra Hermandad, porque es, en sí, aquel que recoge la definición de Primitiva Hermandad, es decir, Primera de las establecidas para rendir devoción a Nuestra Señora de la Cabeza en todo el mundo. Hablamos de una bandera que empleara como fondo un color crudo y combinara sobre el mismo un diseño de triángulos de tonos rojos y azules.
Encontramos estas insignias en los Paises Bajos y en Italia, en las fiestas conservadas desde los siglos XIV al XVI.
Excelente e instructiva entrada amigo. Muchas gracias por compartirla con nosotros. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMe alegro leerte por estos lares, Pepe. Me gustaría llegar a transmitiros a quiénes no las conocéis, la elegancia y la riqueza ritual que tienen las Banderas de nuestra Cofradía de la Virgen de la Cabeza. Espero que estas entradas os animen a visitar la ciudad en su Fiesta Grande del tiempo de Pascua.
ResponderEliminarOs invito a cuantos participáis en este blog "De escuadras a tramos" a que visitéis el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea, el que, os aseguro, no os dejará indiferentes.
A ti, Jośe, también podíamos quedar por esta tierra mía y hacer una ronda por los encantos de este viejo Alcázar almohade, blasonado por sus fachadas de piedra molinaza y sus luces de cal y azulejo esmaltado.
Saludos, amigo mío... Ya mismo estamos en el tiempo en que reine la Esperanza en sus galas hebraicas.