domingo, 13 de febrero de 2011

AMOR DE CABECERA

¿Se nace cofrade, o uno se va convirtiendo? No lo sé. De lo que sí estoy seguro es de cómo son los cabeceros de cama en las casas que son auténticas cunas cofradieras.


Si se pudiera llenar esta entrada, a través de la sección de comentarios, con todos esos cabeceros cofradieros que andan por Andújar, ¡sería un gustazo!



3 comentarios:

  1. hola yo soy de marmolejo y en mi casa asi estan las camas.sus medallas y estedales recorren todas las casas de españa. un saludo y viva la virgen de la cabeza.

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  2. En mi casa no solo el cabecero de mi cama, la mesita, a la entrada, en la terraza y el tesoro más preciado, una Imagen de la Virgen Morenita que preside mi hogar. Mi hogar es un rincón cofradiero, mi refugio particular lleno de recuerdos y anhelos. En mi cabecero tengo una medalla de muchos años, mi primera medalla, ya os la presentaré, y en mi coche dos estadales, en fin que os voy a decir a la gente de corazón cofradiero...
    Un saludo a todos.

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  3. Como decís,las casas de nuestros mayores y nuestras propias casas,guardan tesoros de orfebrería devocional de un profundísimo valor para nosotros, los cofrades, así como una rica muestra de imaginería, de canon académico por lo general, que va desde la producción Kitsch de Postguerra a las imágenes devocionales de los siglos XVII y XVIII recuperadas de conventos perdidos que han encontrado una nueva existencia en nuestras residencias.
    De estas últimas, es digno resaltar la voluntad de algunos de sus guardeses de cederlas a Cofradías de penitencia o gloria para que las acerquen al culto público. Muchísimas gracias a quienes confían en la solidez de nuestras cofradías de esta manera y es que son muchas las obras de arte que permanecen retenidas en domicilios particulares,bajo pretexto de que, en las dependencias de una cofradía, se las podría llevar cualquiera que por alli pasase. Hay que acabar, de una vez por todas, con esa idea errónea.

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