Andújar tiene un corazón muy grande, pero muchos se empeñan en ponerle un marcapasos. Por eso nuestras espadañas siguen campando en el casco antiguo, aunque ya mudas sus campanas.
Pero el ser de mi pueblo siempre sobrevivirá a la estulticia humana; estoy seguro de ello... ¡soy bético!, ¡no voy a tener esperanza!
Espadaña de la noble Capilla de Santa Ana, en la actualidad, usada como almacén o dependencia aneja al Palacio de Justicia:
De su silencio también se contagia la oculta espadaña del colegio San José:
Y este silencio llega hasta la lonja de Santiago el viejo:
Menos mal que, de la viña de Argimiro, nos ha llegado este Crucero, de origen gallego, que está esperando que pase a su lado el Señor de la Providencia y el Santísimo Cristo Yacente:
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