En esencia, tiene ese don, esas capacidades. Surgen de él de manera fluida y eso hace que, gracias a esta inspiración, se plasme en todas las materias, según la utilización de las más variadas técnicas, esa premisa continuada que es LA BELLEZA.
Tiene la capacidad de sintetizar sobre las dos dimensiones esas realidades soñadas, que se anhelan durante un año entero de vísperas.
Buen conocedor de lo que significa nuestro acervo cultural, lo utiliza de manera adecuada en todo momento, y eso es algo que el espectador de su obra agradece, pues comulga por completo con el artista, le acompaña en este recorrido por la memoria de emociones, cuya cosecha nos alimenta
.
Con la medida precisa, con el equilibrio en formas, en luz, en composición, con el debido empleo de una efímera simetría de flor y vela que se ha de fundir, José María Carrillo nació para artista, como le ocurre a buena parte de su familia. Y esa concepción plástica que conlleva LA BELLEZA surge de las directrices de sus diseños y de su capacidad de creación.
Su casa tiene a gala ser reflejo del creador, que alimenta este gen atendiendo a cada tiempo, a cada instante. ¡Es ese pequeño camarín, antesala del ARTE, por el que van correteando los sueños y las realidades que nacen de la creación del joven maestro!... ¡Una pasión que trasciende del propio hogar y puebla la casa de los amigos de siempre!
José María Carrillo Castillo está llamado a ser uno de los creadores más beneficiosos para nuestra CULTURA.
¡Sirva pues este humilde campanil del "DE ESCUADRAS A TRAMOS" como un toque de atención para aquellos a quienes corresponde velar por la CULTURA de nuestra comarca, para que no pierdan de vista la trayectoria de este joven artista!
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