viernes, 10 de febrero de 2012

LA PASIÓN SEGÚN LA CALLE DEL CARMEN


Esta entrada está dedicada a una calle con un soberbio sabor cofrade, y no puede por menos que comenzar recogiendo el transitar de la Reina que la hizo suya para sumarla a los varales de su Palio: Madre de Dios del Buen Remedio camina componiendo corazones al amparo de su candelería de cera andujareña.


El caso es que bien pronto comienza la vida, según el entender cofrade, a sonar por estas estrechuras, signadas entre viejos palacios iliturgitanos, donde el Señor de la Paz rige, en la mañana del Domingo de Ramos, el comienzo de nuestros días magnos.


Hemos conseguido tener en Andújar unas nuevas jornadas cofradieras plenas de significado, con un profundo sabor, de lo que es un perfecto ejemplo esta catequesis dictada, con pocas horas de diferencia, por las Cofradías de la Paciencia y de la Santa Vera-Cruz. 

Así, si la Hermandad de la Entrada en Jerusalén es la primera en cruzar sobre la canal carmelita que busca la vieja plaza principal de la ciudad, corresponde al muñidor de la Vera-Cruz anunciar que, en estos días sacros, la Pasión de Cristo y el dolor de su Madre, junto al discípulo amado, serán los que muevan el ser y la razón de muchos de los vecinos de nuestra Andújar.


Cera de sínople y nazarena salpica los adoquines que devuelven un viejo eco, casi olvidado, y que reverberará en nuestro ser durante todo el año. La Cruz de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz dibuja huellas pasionistas sobre la piedra molinaza de la iglesia de Santa María, que sirve de telón a esta calle.


Antífona de Pasión: la calle del Carmen se hace pretorio donde la centuria flagela al Hijo de Dios vivo.


Supremo esfuerzo de Dios, Nazareno Vera-crucero, que, bajo el peso del Santo Madero, recita las Bienaventuranzas a la salida de esta calle, intercaladas entre los pasos de sus costaleros, mientras obedecen la voz de mando: "la izquierda 'alante' y la derecha atrás".


Con su vuelta al Miércoles Santo, la Hermandad de la Paciencia une en esta jornada la fe del centro con la de uno de los barrios por antonomasia de la población: la Pastora y su Hermandad de la Agonía en el Huerto.

Aquí tenemos a la Cruz decana de nuestra Semana Santa, que nos anuncia la presencia en nuestras calles del Señor de la Paciencia y Nuestra Señora del Rosario, y que cruza, de norte a sur, la callada vía de nuestros recuerdos perdidos.


En cambio, aquí vemos a María Santísima del Rosario en la salida de esta calle hacia la Plaza de Santa María. Hay que decir que esta plaza y esta calle son también espacios para la "bulla" cofradiera de nuestra ciudad.


Y, como homenaje a la Hermandad que nos mostró la luz reverberando sobre estas fachadas blanqueadas a todos los cofrades, acabo esta entrada con el Señor de la Sentencia sobre el púlpito de su Paso, ofreciendo su cátedra, dictada al compás de cornetas y tambores, a cuantos se congregan en esta blanca basílica abierta andujareña.


Cera blanca, nazarenos de penitencia y gala, varales que sortean la cal y la reja, soberana entrada de María Santísima del Buen Remedio en la calle a la que, cada año, Ella llena de vida.

- A manera de epílogo: La mayor parte de las fotografías de esta entrada fueron tomadas por Carlos Ángel Gálvez y Jorge Rodríguez Toribio. Gracias a ellos he podido orquestar esta entrada y quiero excusar las ausencias, que, con el tiempo y la búsqueda podremos ir completando con aquellas cofradías que dejan su huella en este atril cofrade ciudadano.

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