Fuera de fecha, pero teniendo en cuenta siempre la profundidad de la senda histórica marcada por la devoción de nuestros mayores, recordemos la solemnidad de San Pedro dirigiendo nuestra atención hacia la Imagen que de él venera la Cofradía de los Dolores del Carmen, obra de Manuel Martos Leiva, que fuera la primera que acompañase al Señor de la Paz en la representación de su entrada triunfal en Jerusalén.
Fue San Pedro protector y guardián de la entrada sur de la ciudad, como nos recuerda todavía la huella de su capilla al otro lado de río, especie de barbacana que atestigua cómo esta era una de las vías principales de entrada a la ciudad, salvando el viejo puente que ciñe en asperón los meandros del noble Guadalquivir mientras perfila la cintura de esta Andújar nuestra, recogiendo las querencias de los arroyos que hasta él descienden desde la sierra.
Memoria perdida de San Pedro, que tiene ya motivos, más que suficientes, para recuperar su fiesta.
Y aún más en la propia Santa María: la pequeña imagen de San Pedro que hoy se custodia en el despacho parroquial (de PEDRO Montesinos, curiosamente), y que acompañó hasta la Guerra Civil a Jesús de la Paciencia en su retablo, para pasar más tarde a la capilla del Cristo de la Agonía. Y la capilla de San Pedro. Y la puerta de San Pedro que se abre a su altozano (hora es ya de recuperar los nombres propios de las tres puertas de nuestra "pequeña catedral": Santa María, San Pedro y Caridad)...
ResponderEliminarCoincido por completo contigo en esa recuperación de los nombres del propio ser de la ciudad, en esa sonoridad que llegó a brindar su nomenclatura incluso a los espacios ciudadanos.
ResponderEliminarMe alegra ver la alusión al Altozano de San Pedro en el azulejo de cerámica que nos sitúa en el Altozano Serrano Plato. Igualmente, me hubiera gustado ver una anotación paracida en el nuevo Altozano del Cardenal Estepa Llaurens (antes de Santa Ana)... Hubiera sido muy fácil no perder esa seña de identidad del Altozano de los Cárdenas.
¿Y qué decir de los nuevos espacios ciudadanos, como esa "Plaza del Camping",que olvida, haciendo gala de una memoria a muy corto plazo, el recuerdo del convento de la Trinidad en aquel entorno?