lunes, 11 de julio de 2011

EL SENTIR DE UNA MADRE VII


María Stma. de la Victoria en su Soledad. San Bartolomé Apóstol

Señora de un barrio que prácticamente nace en la calle Villegas (la Corredera del Santo Apóstol sigue vanagloriándose de una condición de centro ciudadano nacida durante décadas pasadas), que cruza las huertas olvidadas del convento de Santa Elena y llega hasta la dehesa de San Amacio (o San Mancio o San Amancio o...).

Victoria avanza por sus calles con el deseo de que pronto dirija su Paso la Imagen tallada de San Francisco de Paula,  tal y como recoge el proyecto de Paso procesional firmado por Pedro Palenciano y que está llevado a cabo el maestro José Carlos Rubio.


No me atrevo a asegurarlo, pero creo que Victoria estrena manto en esta ocasión.

Durante este año, hemos visto a Victoria en su Soledad vestida de hebrea y con galas concepcionistas que han despertado la admiración de sus devotos, haciendo hincapié en el trabajo de consolidación realizado por el maestro Francisco Romero, sin perder la traza de Francisco Palma.

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