Ha vuelto a lo que siempre fue: a ser su Peregrino eterno. Se ha calado la gorrilla, ha echado mano a su "puñaito" de estadales, para que vayan trenzando letanías sobre su pecho al entrechocar de la medalla, ha cogido con él el ánimo de su mujer, sus hijos, sus hermanos y sus amigos y nos lleva a todos, COMO SIEMPRE HIZO, por las "vereas" del Camino Viejo iliturgitano que une el Cielo y la Tierra.
Y Ella no le ha dejado de la mano en ningún momento. Es su hijo, es un hombre de la Virgen, es un peregrino eterno, es un cultivador de peonias para su Reina, es el súbdito perfecto, es el Hijo que camina al encuentro con su madre en la tierra que ya lo ha recibido en el Cielo.
José María González Jiménez ha vuelto al Camino como ha hecho siempre, con la HONESTIDAD, la HONRADEZ, la FORTALEZA y el VALOR de un HOMBRE DE LA VIRGEN.
Sus enseñanzas se quedan entre nosotros. Le veremos en los Caracolillos, ayudando a la gente que ya no puede repechar las benditas cuestas. Lo veremos darnos agua en el pilarico del Madroño. Lo veremos refrescarse las manos y la frente en el calmo Jándula.
Yo volveré a hablar con él en el Balconcillo de la Salve y este hombre cabal seguro que responde a alguna de mis cuitas: "¡A ver, esto es así!"
La Romería va ganando efectivos entre la Sierra que se alza a las alturas cuando se levanta la bruma del viejo Río, súbdito del Padre Betis. Ahora ya tiene a su presidente, a su Peregrino de Oro.
La rosa de la Virgen ya ha recuperado otro de sus pétalos. Andújar está un poco más sola. La radio ha perdido una de sus voces perfectas pero hemos ganado una campanilla allá, en el camarín de Sierra Morena.
Sus Peñas han perdido a un padre ejemplar. Él le cantara ahora su perenne Sevillana al Niño Dios y el chiquillo se reirá recostado en los brazos de la Virgen, mientras SU PEREGRINO seguirá guiando almas hasta tan sublime encuentro.
José María González Jiménez nos espera ahora en el Camino Viejo, donde nació a la Fe, al que dedicó su vida. Porque nuestro Camino es el don que Dios nos ha entregado para sentirnos siempre junto a nuestra Virgen de la Cabeza.
Y en la Basílica de nuestra Madre y Reina ya hay un nuevo Peregrino que la guarda y la cuida.
Ahora el Cielo de Andújar está un poco más lleno de estrellas.
Te sigo escuchando, José María. Las doce campanas de plata que anuncian a nuestra Hermandad me hablan de ti a todas horas.
Que la Santísima Virgen de la Cabeza guarde siempre a tu familia y a ti te conduzca ante la presencia de Dios en esa merecida Gloria en la que ya te encuentras.
No le conocía y me parece haber recorrido con él los mismos vericuetos del camino. Algún día tendrás que conocer nuestra Romería que es junto con la vuestra la más antigua del país.
ResponderEliminarQue descanse en paz Jose María.
Como siempre, Manolo, nadie mejor que tú para definir a José María y para encauzar los sentimientos que tantos devotos de la Virgen ahora tienen, al conocer la triste noticia.
ResponderEliminarMuy bellas tus palabras, Manuel.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Amasó cambios y puso la levadura de la actual cofradía, como nuestro presidente de la Matriz. Trabajó por Ella y se dió por completo.
Peregrinó muchísimas veces a su morada en la sierra acompañando a todas las personas que quisieron verla. Ahora también peregrina con un grupo de ángeles que perdieron el camino, le pidieron que les acompañase, y él, siempre dispuesto, los ha acompañado hasta Ella y el Niño que lleva en las manos, principio y fin para los que somos `siemprabrileños´.
Ya peregrina hasta el rincón del arte de la gloria, sus padres lo esperan, ahora también charlará en el cielo con su amiga Ramona.
Se va pero se queda, como peregrino deja la huella que hicieron sus pisadas…
Se queda como andujareño, amigo, romero, cofrade, peregrino, rinconero … como “el bollos”, se queda por siempre en el corazón de quienes lo apreciamos.
Fuerza para su familia.
Descanse en la Eterna Romeria. Descanse en paz.