Dios nos concedió audiencia un 8 de marzo de 2009.
Ese mismo día, apenas unas horas más tarde, nos volvió a recibir su Madre, quien, después de dispensarnos su Merced, calmó a sus sedientos hijos andujareños con las Aguas vivas que bendicen la Jerusalén sevillana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario