martes, 24 de enero de 2017

ANDÚJAR EN SUS GLORIAS


Es normal que los paisanos de Andújar tengamos en nuestra cabecera esos libros, esas guías para el caminante que marcan itinerarios de nuestra memoria a través de una Andújar, en su mayor parte, ya desaparecida.
 
Hay dos de estos libros de investigación acerca de nuestra historia documental y gráfica a los que guardo una especial admiración. Se trata del inefable "Ermitas, capillas y oratorios de Andújar y su término", de don Jesús Ángel Palomino León, editado por el Instituto de Estudios Giennenses en 2003, y el suculento "Monumentalidad religiosa de Andújar en la Modernidad", de don José Domínguez Cubero, publicado por el Ayuntamiento de Andújar en 1985.
 
Estos libros acompañan mis andares, mis cuitas y mis anhelos, al igual que los de muchos de los hijos e hijas de esta Ciudad.
 
Y junto a estos libros, he de citar mi reconocimiento hacia la labor desarrollada por la Asociación de "Amigos de la historia de Andújar" y, en especial, por esta recuperación de una parte importante de nuestro patrimonio y de nuestra memoria que están llevando a cabo.
 
 
 
A impulsos de su actividad, y tras llevar a cabo la restauración de un buen número de obras de arte contenidas en las iglesias de San Miguel y Santa María, esta Asociación ha creado una hornacina para albergar la advocación de Nuestra Señora de Consolación en el Altozano de la Virgen María, recuperando así esta devoción popular que existió en la Puera del Sol andujareña.
 
Para ello, solicitaron a la artista doña Ascensión Bracero Almagro, ceramista y alfarera andujareña, la recreación de una Imagen de Nuestra Señora bajo esta piadosa advocación, para lo que la maestra buscó inspiración en la iconografía de la Santísima Virgen de Consolación tal y como la representa la Orden Agustina en el momento de entregar la correa que ciñe el hábito de esta Orden a su creador, San Agustín, y a Santa Mónica.


 
Podemos apreciar la escena de manera completa en esta estampación conservada en la Parroquia de Santa María Magdalena, de Jaén, como parte del patrimonio conservado del antiguo convento agustino de Santa Úrsula, anexionado en nuestros días a la parroquia giennense. 
 
 
Nuestra Señora de Consolación, del monasterio de San Agustín, de Málaga, en sus cultos y durante la procesión claustral que realiza en su iglesia, acompañada por la Cofradía Malagueña de Amor y Caridad.
 
 
 
 
 
Distintas interpretaciones de esta iconografía de Nuestra Señora de Consolación -o de la Correa- son las que podemos encontrar, tanto en materia pictórica, obras en bulto redondo, de talla completa, e imaginería de vestir, a lo largo y ancho de esta biblioteca digital que es la Red.
 
Un gozo contar con esta advocación a la que rezaron nuestros mayores recuperada para Andújar y, de manera especial, para la feligresía de San Miguel Arcángel.
 
 
Una parroquia con un rico legado devocional que se van recuperando y manifestando a la contemplación de sus fieles y al deleite de los viajeros.
 
Así ha ocurrido con Nuestra Señora del Rosario de Fátima, que ya se encuentra en el interior del templo.
 

 
 
Y así ha de ocurrir en breve con la recuperación, por parte de la Cofradía del Gran Poder, de la advocación de Nuestra Señora del Socorro, que tuviera capilla en el convento-colegio de la Compañía de Jesús, para pasar posteriormente a la ermita de San Lázaro y recalar, finalmente, en la parroquia de San Miguel, donde recuperará, en muy breve plazo de tiempo, su lugar de veneración entre los hijos e hijas de Andújar bajo el amparo y cuidado de sus cofrades, que han logrado recuperar esta devoción andujareña hacia la Madre de Dios bajo esta advocación, tan ligada a la Compañía de Jesús y a la Orden Benedictina.
 
 
Nuestra Señora del Amparo, venerada en su capilla propia del monasterio de San Martiño Pinario, en Santiago de Compostela.
 
 
Lienzo de Nuestra Señora del Socorro, expuesto en el monasterio de San Martiño Pinario, en Santiago de Compostela.  
 
Junto a Nuestra Señora del Socorro, la Parroquia de San Miguel Arcángel, contó con una capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario, además de nombrarse la capilla de Ánimas de este templo como aquella en la que se veneraba la Imagen de María Santísima Nuestra Señora. 
 
Mantiene, pues, su pulso vital el sentir Mariano en la parroquia andujareña gracias al celo y a la fe de su comunidad parroquial y de su Cofradía del Gran Poder.
 
 
 
Gracias a nuestros investigadores, perdura en nosotros el recuerdo de que Nuestra Señora del Antigua también fue venerada en una de las puertas de Andújar, en la del Peso de la harina en concreto, y de que el postigo de la Puerta Nueva llevó el nombre de "Arco de Belén". Son estas devociones que quizás muy pronto también vuelvan a lugares muy próximos a los emplazamientos donde se le rezó a la Madre de Dios, solicitando su amparo y su protección.
 
 
Nuestra Señora de la Paz, según la fotografía conservada en la Fototeca de la Universidad de Sevilla. Advocación mariana que tuvo capilla propia en la iglesia de San Bartolomé Apóstol, al igual que lo hicieron Nuestra Señora de la Concepción y Nuestra Señora de la Asunción. 
 
La parroquia del Arrabal Mayor, con aquella frontera que supuso el Mestanza en su antiguo curso, también fue lugar de veneración hacia la Reina de Cielos y Tierra, de manera especial en la devoción a las advocaciones que celebran algunos de sus Dogmas más preclaros y defendidos por el pueblo español, como podemos ver.
 
 
Hoy día, sigue guardando un acrecentado fervor hacia Nuestra Señora bajo sus advocaciones letíficas de Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Concepción y la Santísima Virgen Madre de Dios.
 
 
 
 
La Virgen del Carmen es testigo del día a día de su pueblo y de manera especial, del devenir de su viejo Barrio del Carmen, ahora desde la capilla del Cristo de la Agonía, anexa a la iglesia de Santa María la Mayor. Dulcísimo el bendito Simulacro de la Madre de Dios y magníficas igualmente las muestras de otras advocaciones tan queridas también por nuestros mayores, como es el caso de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, devoción que tuvo obra piadosa en el colegio de San José y del que se conservan fotografías de las Hijas de la Caridad junto a las alumnas de este recordado colegio.
 
 
Santa María, Reina y Emperatriz de Cielos y Tierra, permanece también encumbrada en la capilla del Cristo de la Agonía a la espera de una necesaria y urgente restauración que logre recuperar su esplendor perdido.
 
 
La parroquia de la Divina Pastora muestra especial amor y filial seguimiento de las adovaciones de la Inmaculada Concepción de la Medalla Milagrosa, de Nuestra Señora del Pilar y de la Divina Pastora de las Almas, con ese sentimiento tan dulce que supone peregrinar hasta el bello y blanco lugar sagrado que ocupa el final de la Corredera de Capuchinos.
 
 
 
 
Confines orientales de la ciudad donde encontramos dos magníficas devociones: una, nacida al amparo de la oración de las Reverendas Madres Trinitarias del Convento de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, y la otra, gracias a la fe y al tesón de un grupo de cofrades andujareños que supo hacer realidad un sueño consagrado a la Santísima Virgen del Carmen en el barrio de La Lagunilla, y que se ha convertido en un referente para la formación de otros Grupos cofrades que pudieran dar vida a Cofradías letíficas dedicadas a Nuestra Señora en las parroquias de Cristo Rey y de San Eufrasio. 
 

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