¡ALBA CRUX, INVICTA CRUX!

Los cofrades estamos seguros de que, si Dios así nos lo tuviera reservado porque lo mereciéramos, al llegar al Cielo, a sus mismas puertas, nos recibirán San Miguel y San Pedro; El primero, como buen Arcángel que es, allí ejerce de Diputado Mayor de Gobierno; por eso, él sería el encargado de recibir a las nazarenas y a los nazarenos.

San Pedro hará la "igualá" eterna a todo el gremio costalero, y como buen Capataz que es, seguro que allá en la Gloria, el Santo Apóstol viste su canónico terno negro; Y, ¿quien te dice a ti que el maestro Manolo Santiago no le sirve de listero?

Los cofrades también estamos seguros de que Dios, para desplazarse de un lugar a otro por su Reino eterno, lo hace sobre las nobilísimas maderas talladas que dan forma al Paso del Gran Poder sevillano.

Mientras tanto, para hablar con Dios, le tenemos representado en madera mortal en el templo de San Bartolomé Apóstol, de Andújar.

En la jornada de ayer, exaltamos el símbolo de su amor sincero por nosotros: su Cruz de Vida, donde los brillos argénteos señalan los símbolos que confortan el alma de los cofrades veracruceros.

Así nos señala la Gloria el Arcángel Nazareno, con la alabarda terciada en sus manos, como protector solemnísimo de los sueños cofradieros.

Y el Niño Dios, haciendo gala del néctar que su nombre nos deja en los labios, nos anuncia su Sacrifio redentor y el Sacramento por el que su sangre ha de convertirse en nuestro divino sustento. 

Reverenciar a la Cruz de la vida, plata y ámbar unidas por las manos del maestro orfebre Manuel Varela, es uno de los altos privilegios con los que cuenta nuestro pueblo. Así lo hicimos los seglares y las personas de vida consagrada., besando la Cruz alzada perteneciente a la Cofradía de la Santa Vera-Cruz.

Y para terminar, nada mejor que contemplar la huella de la fe sobre la piel lígnea de Dios.

Sí, ya sabemos que Dios es mucho más que una Imagen tallada. Pero este sublime simulacro es el papel sobre el que le confesamos a Cristo nuestro auténtico AMOR. ¡Y seguro que a ÉL le gusta leer este continuado "correo epistolar" que recibe de sus hijos e hijas!