NOMBRES PARA LA HISTORIA DE LAS BANDERAS: MIGUEL JIMÉNEZ LÓPEZ

Un arco de Banderas se construye al paso de Ella, ya sea en plata, en madera, en tela, en viento o en alma.

 

Las Banderas, por su propia razón de ser, se constituyen en el balance perfecto de estos cuatro principios que de Ella provienen; ¡la justa proporción está en el equilibrio entre ellos! Las manos y los brazos que las alientan son ejes transmisores de una alma conquistada ya hace tiempo.

 

 

Esta sección es para los míos, para quien el muñir de la tela adamascada es un aviso a la oración. La Paz entre el Cielo y la Tierra se establece a través de los confines de un mástil de madera.

 

Miguel Jiménez López es Abanderado por la Gracia de Dios y por elección de su Madre del Cielo, que coronada nos guarda desde el Cerro Santo de nuestra Sierra.

 

En casa de Miguel durmieron las Banderas, aguardando a que la Reina del Mundo llegara hasta su Andújar, en una venida de madroño y adelfa, mientras sus cofrades hacían Camino junto a Ella. Y fue su abuela quien las acunó y las guardó como supremas pregoneras de la Gloria misma; y esa noble ciencia quedó prendada en el damasco. Agradecidas tan nobles enseñas, quisieron dejar para siempre el aire de Sierra Morena cobijado entre los confines de aquella casa tan buena. Aún hoy, entre aquellas paredes benditas, se presiente el roce de los estadales sobre las bordadas cenefas que escriben letanías sobre la tela.

 

 

Fotografías tomadas en Tierra Santa, El Cerro de la Cabeza, el día 1 de diciembre de 2002.

 

¡Es fácil describir a un Abanderado! Esa condición forma parte de su impedimenta para vivir los días que le faltan para volver a tenerla a Ella cerca. El flujo de la sangre golpea sus puños, como si presintiera un cambio de los vientos, y va mirando la riza de las nubes que puedan indicar hacia dónde hay que picar la moharra que corona las Banderas. ¡Hay una ciencia que solo enseña el estar junto a ellas! ¡Hay un privilegio al sentir que, bajo el arco creado junto a tus hermanos y hermanas abanderados, pasa, bendiciendo nuestras vidas, LA VIRGEN DE LA CABEZA!