sábado, 21 de diciembre de 2013

¡SEÑOR MÍO Y DÍOS MIO! DE LA VIDA Y DE LA MUERTE

 
Fiel a ti, por elección y por convicción. El arte no trastoca cuanto pienso y en cuanto creo, sino que sostiene la plenitud de esa libertad recibida y de esos principios en permanente estado de ubicación en los usos cotidianos de lo que soy.


 
Cada poco que acudo ante ti, trazamos las líneas de esta labor encomendada. Se hace el Domingo por estar a tu lado. Se busca el roce de la cercanía proyectada sobre la frente que dibujó ese perfil irrenunciable.


 
Y es el timbre de tus campanas y la sangre de tu cera y la rúbrica de tu Capilla y el oropel de las reliquias y la media luz que recorta tu andar.

 
No hay manos que sustenten otra palabra pronunciada, como círculo cerrado que nace con el verbo y se conjuga en presentes subjuntivos.

 
A los acantos le han crecido los tallos de futuro y no hay más luz que la que la plata espejea, para proclamar la gloria alcanzada aquí mismo, ante tu presencia.


Bajo tus pies, la vida da comienzo a un nuevo ciclo. Campo santo de realidades que cruzan el Atlántico, de parte a parte, para venir a vivir de nuevo ante la presencia de la suprema Pureza, de la justa medida, según el canon perfecto.


1 comentario:

  1. Con cuanta poesia se puede cantar lo esencial de la Vida y que es la Vida misma!!

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