POSIBLES UBICACIONES PARA EL AZULEJO DE LA DIVINA PASTORA

Vamos a centrarnos. La comunidad Paúl de la Parroquia de la Divina Pastora declinó ubicar el azulejo de la Titular del templo y Patrona del Barrio por la leyenda "Fábrica de harinas" impresa en él.

La recuperación de esta joya, junto al pertinente azulejo de nuevo cuño que explicara su origen, su primitiva ubicación y su historia habrían puesto en valor y llenado de sentido la colocación y recuperación de este precioso mural en cualquiera de las paredes del complejo parroquial, que se extiende a lo largo y ancho de toda una manzana ciudadana.

Como solución, sabemos, a través de Manuel Barea, que Antonio Aceituno, "Archi", proponía la colocación del mural en la fachada frente al templo. No sé si ésta en concreto (imagino que no, por el triste color de la misma, sin alma ni blancura en su pasado y, posiblemente, en su futuro) o en la situada frente al Arco de Carlos III. Cualquier propiedad privada recibiría esta oferta como un regalo... ¡o no! Es lo que tiene una comunidad de vecinos.

Frente a la opción de comunidades de vecinos, tenemos la de los centros educativos de carácter concertado, regentados por sendas comunidades religiosas, que dan vida y formación desde este barrio a toda la ciudad. Tenemos la SAFA, por una parte, y el Colegio "Madre del Divino Pastor" por otro.  Proverbial resultaría el segundo emplazamiento. Dependería de la Comunidad de Reverendas Madres Misioneras del Divino Pastor o de la dirección del Centro de origen jesuita.

Hay un lugar que para mí posee un carácter muy evocador. Por un lado, por ser un centro público. Por otro, la blancura de esta fachada parece estar pidiendo este regalo. Y, para colmo, nos encontramos en una de las calles más emblemáticas del barrio, donde el azahar escribe con mayúsculas el carácter andaluz de este sabio rincón, donde el equilibrio entre las edificaciones dialoga de manera ancestral, donde las tardes de primavera se quedan presas de tanto albor.

Os hablo de esta fachada con la que el IES "Virgen de la Cabeza" linda con la calle Argimiro Rodríguez Álvarez. El espacio es soberbio, precioso, dignísimo; el giro que otorga la construcción propicia una magnífica contemplación del mural de azulejería; la titularidad pública del edificio hace más fácil su conservación y cuidado.

No sé si alguna extraña ley vendría a prohibir la ubicación de un mural de este tipo en un edificio gubernamental con carácter educativo; no hemos de olvidar que el citado mural de azulejería proviene de una fábrica privada. Lo mismo alguien podría sentirse molesto por la presencia de una Imagen religiosa en un centro educativo. Si lo considera como obra de arte parte del legado artístico de nuestra ciudad, a lo mejor lo contemplaría de otra forma... 

Os confieso que, cuando paso ante esta pared desnuda, siento el anhelo de ver el mural de nuevo en su barrio, entre sus gentes, dando luz a su pueblo.