miércoles, 23 de septiembre de 2015

ZELO ZELATUS SUM PRO DOMINO DEO EXERCITUUM

Precisa mi Andújar de echarse a la calle en estos días de atardecidas a compás de marcha letífica para Nuestra Señora. Se le quedan huérfanas las horas a estos meses de Septiembre y Octubre sin la armonía de un cortejo procesional recorriendo las arterias ciudadanas, con ese fluir de glóbulos cofrades que alimenta a las almas y enloquece los sueños.
 
A la espera de Nuestra Señora del Socorro, aplaudiendo el ahínco de sus cofrades, con la nostalgia de aquel proyecto que abrazaron hermanos Veracruceros, con tintes de Gloria y de Reina Madre, con el recuerdo emocionado de Santa Cecilia y San José, Patriarca de la Sacra Familia, en el revuelo de Maitines que nos ha de convocar junto a Nuestra Señora del Rosario en su Diana Floreada por las viejas calles de la ciudad olvidada, retomamos hoy, 23 de septiembre, el pulso de nuestra vida cofradiera andujareña viajando hasta la fructífera fecha del 16 de julio, cuando Andújar siembra de mar el olivar jiennense.
 
 
Os hablo de Glorias y de proyectos y tengo que comenzar estas líneas ante el anhelo de un grupo de jóvenes iliturgitanos que van repiqueteando sobre las calles de la ciudad su profunda Pasión y su eterna Esperanza. Jóvenes ya cuajados, que sirven en nuestras Cofradías de Regla y que encontrarán pronto que les ha llegado el momento de trabajar en sus Juntas de Gobierno. Estos sentimientos que se hacen Efigie, oración, cortejo y procesionar juvenil son esa puerta de los sueños que, cuando se abre de par en par, estalla en oleadas de incienso y cera prendida.

 
Llegamos al Barrio de La Lagunilla, a la memoria de una Parroquia ya anexa a San Miguel, que guarda para los días de estío la profunda fe de un grupo de personas que recuperaron, en el arrabal andujareño, las oraciones formuladas por nuestras abuelas en aquellas tardes de Novena a la Virgen del Carmen bajo las naves de Santa Marina, aquel bello templo que, ahora, espera que la política lo ponga a flote o acabe por condenarlo al olvido; y Nuestra Señora del Carmen, que en él recibiera veneración y plegaria de su pueblo, aguarda volver a vestir de gala y dejar su gótico retablo en la capilla del conde por unos días, llenando, una vez más, de luz las naves manieristas de Santa María.
 
Pues, hemos de dar gracias a la Fe de las almas que forman este Grupo Parroquial de Nuestra Señora del Carmen, de Santiago, por seguir llenando de jazmines las manos y la presencia de la Santísima Virgen, abogada de las almas que a Ella acuden, Reina y Madre del Carmelo.




 

 
 


 
Se dan cita junto a la Reina de los Navegantes una nutrida representación de corporaciones cofrades, no faltando a la cita las hermandades de Gloria, Patronales y la Sacramental, junto a las Cofradías de Cristo Resucitado, Nuestro Padre Jesús Nazareno "Señor de los señores", Nuestra Señora de la Soledad y, como invitada de gala, que ha acompañado a este cortejo durante décadas, la Hermandad de la Paciencia, Paz y Rosario, Cofradía de origen Carmelita que habría de ostentar una ante-presidencia de gala en este cortejo letífico de la Madre de Dios.
 
No faltaron las autoridades civiles en este tiempo, así como los representantes de la Agrupación de Hermandades y Cofradías. Se sigue deseando una sección dentro de este órgano dedicada a las corporaciones de Gloria de la ciudad, porque son bien distintas las necesidades que éstas precisan. De manera especial, y como lo hacían extensible a los componentes de la Agrupación los representantes del Grupo Parroquial de la Divina Pastora, para potenciar y trabajar, de manera conjunta, para conseguir la erección de alguna de estas agrupaciones en Cofradías, tal y como es el deseo que muestran sus cofrades.  
 
 

 
 
Os hablaba antes de ese antiguo vínculo entre las dos corporaciones Carmelitas que restan en la ciudad, un hermanamiento que se hace evidente tanto en el cortejo litúrgico que precede a la Reina Carmelita de Santiago como bajo las trabajaderas que la mecen entre los dos barrios que la acogen: La Lagunilla y La Pastora.
 
 

A pesar de los rigores del estío en la ciudad (que nos han hecho privar de su fama a Écija) el párroco de Cristo Rey, de Andújar -representante durante este mes vacacional del Arciprestazgo local- vistió para esta Procesión Letífica rigurosa sotana sacerdotal, lo que nos concedió una Imagen de rancia tradición. La memoria del cortejo del preste figurando tras el Paso de la Señora es una intención que sabemos próxima en el seno de este Grupo Parroquial.
 

 
Caminó Nuestra Señora del Carmen mecida por la querencia de la cuadrilla dispuesta a tan noble y cristiano menester por don Rafael Mondéjar Expósito, acompañado de sus auxiliares, costaleros todos con horas de dedicación y atención junto a los Pasos de Dios y su bienaventurada Madre y Señora nuestra.  

 
 
El cielo fue su única frontera, la medida acompasada del andar clásico, su canal y cauce, el amor a la Virgen a la que rezarán siempre sus abuelas, su alto objetivo. Cátedra de los tiempos de Gloria el andar de esta cuadrilla, que se ha hecho cita ineludible con la Reina Carmelita de Santiago, a la que acude el universo cofrade para dejar su oración entre los nardos que perfuman a la bella Señora de nuestras almas.

 
Recupera el andar de la Virgen del Carmen, como lo hizo en Pentecostés el de la Divina Pastora de las Almas, el acompañamiento de una Banda de Música, en ambos casos la de la Asociación Musical "Maestro Amador", de Andújar. Es éste el compás de un andar que enamora y cautiva de manera clásica. Un acompañamiento propio para la Madre de Dios en su discurrir por las calles de un barrio prendido de esta pequeña Imagen de la Virgen María que vino a arremolinar en torno a sí a los cofrades de la ciudad, gracias a la pasión puesta en su nacimiento y consolidación por un grupo de jóvenes y de damas andujareñas.






 
Y San Lázaro, que no pierde el origen de su nombre y guarda para estos días visos de capilla abierta, alzó sendos retablillos inundados por toda la sencillez y la belleza que derrochan las formas clásicas de la devoción de un pueblo. En la puerta de la familia de maese Ángel Custodio Ruiz Morcillo, una vez más, se alzaba este retablo de esencias con la presencia del viejo cuadro que arropa a la familia y de este dulcísimo Niño Jesús que bien pudiera ocupar una hornacina a los pies del Santísimo Cristo de la Providencia.
 

 
Y en la casa de una maestra de libro, de antología, de doña María José, ejemplo de las buenas almas y de las maestras perfectas, todo un retablo de ideas, de verdades conocidas, de catequesis cristiana y de querencias verdaderas. Dios contemplado en su Nacimiento como hombre, que le conduciría al Altar de la Cruz, donde se entrega por nosotros y redime nuestras vidas, encuentra la cima de su Mensaje entronizado como Rey de Reyes. La Biblia como único camino para llevar a buen término su seguimiento y, a sus plantas, en la sublime entrega de la vida consagrada a su servicio, Santa Teresa de Jesús, que no podía faltar ante la Virgen del Carmen en este año en el que hemos celebrado el quinto centenario de su Nacimiento, reflejada en su palabra, en sus moradas, en sus ejemplos prácticos para alcanzar al Amor con amor.



 
¡Una pletórica jornada cofrade, capillita, andujareña, rancia... cobijados por el encuentro con los amigos que dan sentido a este discurrir!
 
¡Estamos en vísperas para que se conviertan en realidad los sueños cofrades que anhelan un Otoño de Cofradías en Andújar! ¡Pongamos todos un poquito de nuestra parte para que así ocurra!
 
¡DISFRUTAD DE LAS VÍSPERAS!

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