jueves, 17 de mayo de 2018

MAESE PEDRO... ¡ETERNO!


¿Y ahora qué, maese Pedro?, ¿quién hará sonreir a las calles de lo que  nos queda de Judería andujareña?

¿Y ahora qué, maestro?, ¿quién pintará de colores las gitanillas y las bouganvillas de los balcones y rejas de la ciudad?

¿Y ahora qué, maestro?, ¿quién dibujará el sonido de nuestras campanas?

¿Y ahora qué, maestro?, ¿quién nos ilusionará y hará vibrar el alma nada más oirte empezar a contar una de tus anécdotas?


Tus esmaltes quedan sobre la mesa soñando dibujar horizontes de la Sierra y perfiles de anguladas curvas y esos ojos tan genuinos y esas expresiones tan únicas,... ¡tan tuyas, maestro... tan tuyas!

¿Quién le va a decir al Sol la cantidad de brillo que necesitan las calles encaladas andujareñas? ¿Quién va a devolvernos la alegría de sentirnos vivos mirando la infinita luz de uno de tus murales de azulejería?


¡No recuerdo ni una sola ocasión en que tus labios no dibujaran una sonrisa! ¡Creo que nadie podrá hacerlo!

¡Tu timbre de voz, al entrar en tu casa y saludar a quienes allí se encontraban, y tu manera de contar aquellas historias tuyas, con tu percepción de la vida, tus sentencias, tus maneras de artista, tu siempre exquisita presencia, tu saber decir, tu elegante silueta!


El "Peso de la harina" será para siempre como tú lo pintaste. Las torres de San Miguel, del Reloj, de San Bartolomé procurarán imitar, sobre su asperón, el color con el que tú las hiciste eternas en cada uno de tus azulejos. La Sierra de Andújar competirá, al llegar la Primavera, con esa paleta de verdes con los que tú la hiciste reconocible a lo largo y ancho del planeta. ¡Y no habrá "azules cobalto" como los tuyos para contar nuestra historia a las generaciones venideras!


Hoy es un día en el que el Sol se siente huérfano porque nos falta el calor de una de las almas más grandes que han poblado esta ciudad de Andújar, la cuna de maese PEDRO PALENCIANO RUIZ.


Dentro de algunos días, todo volverá a tener su color natural, porque esa ESENCIA DE ANDUJANÍA volverá a brotar de todas y cada una de las obras que el maestro nos legara.

Pero hoy es un día para escuchar el eco de las pisadas en la soledad de la calle "Príncipe". Hoy, el corazón pide cruzar el Jándula sobre el puente de piedra y detenerse en la llanura del "Lugar" para tomar fuerzas hasta llegar a esa cumbre de cromo y niquel, con toques de manganeso sobre el tronco de las encinas.

¡Nos has legado todo tu arte, maestro! ¡Hasta el último momento trabajando! La imagen de la Virgen de la Cabeza que encabeza esta entrada, nacía de tus manos hace escasas fechas. ¡No ha pasado ni un sólo día en que tu alma no haya trazado las líneas de lo que somos, querido maestro!

Por lo aprendido, por lo vivido, por cada una de las millones de sonrisas, por tu gentileza infinita, ¡GRACIAS y que la ETERNIDAD sea tu límite!

¡¡¡ SIEMPRE MAESE PEDRO PALENCIANO RUIZ, EL PINTOR DE LA VIDA TAL Y COMO MERECE LA PENA SER VIVIDA !!!


¡¡¡ EL PINTOR DE LA BELLEZA !!!




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