lunes, 16 de noviembre de 2015

EN EL COMIENZO

Hay dos templos en Andújar que permanecen abiertos prácticamente todos los días del año, a los que acuden los andujareños para elevar su plegaria, solicitando paz y bien para sus familias. Son lugares marcados con una Cruz sobre el mapa de la Ciudad, donde nos aguarda Cristo, junto a nuestra Madre Bienaventurada.

Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cautivo y Rescatado,
Cristo de Medinaceli, en la Ermita de la Virgen de la Cabeza

Cada cofrade retiene entre los pliegues de sus sueños alguna advocación Cristífera, Mariana o Letífica que desearía ver procesionar por las calles de Andújar, o que debiera recibir Culto especial en el templo que la alberga.

Cristo Crucificado, del convento de Jesús María

En esta nueva entrada de este "DE ESCUADRAS A TRAMOS" quiero condensar esos anhelos que ya han ido brotando en este "cuartelillo cofrade" con regularidad casi monástica, pues es un hecho bien conocido que ante estas benditas Imágenes que hoy vuelvo a traer a colación, muchos de nuestros paisanos encuentran el consuelo, la seguridad y el deleite, llegando a surgir, en muchos de estos encuentros, promesas intensas!

María Santísima de los Dolores, de la Vera-Cruz

Creo que existe un modelo de construcción cofrade tan elevado, tan complejo... a veces tan estandarizado, que nos hace sentir que este encuentro con tan bellísimas y preciadas Imágenes por las calles de la ciudad es materia casi imposible.

Si preguntamos por el tema al universo cofrade andujareño, a buen seguro que surgirán multitud de estilos procesionales, modelos de Pasos, tipos de andar, acompañamientos musicales, etc., etc., etc... Y  es hecho bien conocido que cuanto resuenan todos estos fastos, surge, al instante, la acotación: - "¡Concentrémonos en mejorar lo que tenemos!!!"

¡A toda esta situación, hemos de unir el complejo y laberíntico tema de la propiedad que acompaña a estas Imágenes devocionales!

Nuestra Señora del Mayor Dolor, de Santiago

A mi juicio, hoy día, se hace impensable la sencillez que acompaña todo comienzo, el ejemplo de los antiguos, la raíz primera en todos y cada uno de los lugares a los que ahora volvemos la mirada y que surgieron de la manera más sencilla posible: un Cristo Crucificado alzado sobre una Cruz de recortada medida, o ese lienzo de Cristo, de María o de alguno de los Santos de Dios manifestado sobre un estandarte, escoltado por faroles de forja o bronce.


Santísima Virgen del Carmen, de Santa Marina

Estamos casi seguros de que no podremos recuperar la presencia en las calles de la ciudad de estas veneradas Efigies que aquí os muestro, pues es mucho el gasto requerido y muchos los requisitos exigidos por el Obispado para dar forma a los Grupos Parroquiales que volvieran a rendirles culto.

Banderas de San José, en San Bartolomé

Y  la luz se volverá mortecina, una vez más, y estas benditas Imágenes seguirán colgadas en la pared o en la hornacina de sus altares o sobre los pedestales que muestran su belleza, recibiendo, eso sí, la oración continua y la ofrenda y el cariño de las gentes que ante ellos acuden para lograr auxilio y consuelo a sus cuitas.

Cristo llevado sobre parihuelas que descansan sobre horquillas

De las formas antiguas, de lo clásico, de lo primigenio, no hacemos más que recibir huellas, señales que nos alumbran, caminos mucho más sencillos, veredas llenas de pureza, rancio sabor a pueblo noble que recibe una Enseñanza catequética y la hace suya a partir de los latidos del alma llana, ayudados por el ARTE de aquellos maestros escultores imagineros que supieron captar esta forma de rendir a Dios lo que es de Dios.
Vía Crucis presidido por Nuestro Padre Jesús Cautivo, de Alcalá de los Gazules (Cádiz)

La distancia más corta entre dos puntos, siempre, será volver a la justa medida, comenzar por el principio, tributar a la Imagen la reverencia debida y saber que ella es transmisora de una oración entre Dios y el ser humano que busca entre las raíces de la vida.

LAUS DEO, VIRGINIQUE MATRI

 
Nuestra Señora de la Soledad, de Tavira (Portugal) 

¡Humildes y magnificas vestiduras blancas cubriendo el cuerpo de sus portadores, tan cercanas a la memoria de nuestras tradiciones, pues hay que recuperar aquella blanca vestidura de pureza con la que recibimos el Bautismo para llevar sobre nuestros hombros a quien es la PUREZA misma!



La esencia andaluza, al igual que la castellana, sabe bien de horquillas y de sencillez

Nuestra Señora del Carmen, de Cádiz en uno de los traslados de su Coronación.
¡Glorioso tabernáculo para una Reina!

Nuestra señora de las Angustias, de Valladolid

Nuestra Señora de los Dolores, de la Vera-Cruz, de Valladolid
María Dolorosa permanece al pie de la Cruz, ya elevada al rango
de Altar del Sacrificio y la Redención.

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