Las Cofradías acuñan todo el año el valor más profundo que le queda a la gente de a pie: ¡la devoción!
Son los retablos cofradieros un lugar para encuentros en soledad, sin masificaciones, sin sonoros abrazos e hispalenses besos.
Tiene el encuentro con Cristo y con María una media penumbra, inalterable tan siquiera por los saludos, en el que cada cual pronuncia su tiempo, lo sacraliza o lo humaniza, según tercie.
Estamos en tiempo de espera hacia el comienzo del ritual de otoño y la piel de Dios se viste de blanco y esperanza, más para calmar el alma de quien le contempla que por litúrgicos significados.
Es Dios quien decide estar con nosotros y entre nosotros de la manera más rápida que todos podamos entender y capturar en la memoria. La retina es el Catecismo de aquellos que más precisan el tacto con los ojos.
Oraciones en la penumbra ante Cristo. Andújar va poniendo final a sus Vísperas ante los Cultos de Otoño.
Santísimo Nombre de Jesús, Hermandad de la
Santa Vera-Cruz, de Andújar
Nuestro Padre Jesús Caído, Herrmandad de la Esperanza
Nuestro Padre Jesús de la Paz en su entrada triunfal en Jerusalén,
Hermandad de la Paciencia
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