EL SENTIR DE UNA MADRE XII - CUARESMA 2012

El concepto de las vestiduras de hebrea para nuestras Dolorosas se fundamenta en la llegada del tiempo cuaresmal a los retablos de nuestras cofradías (hasta hace poco tiempo, altares dotados de ara  o piedra de consagración), cuando era retirado todo ornato de los mismos; incluso los propios Titulares se ven privados de sus preseas y revestidos con telas más discretas y sencillas.

A esta tradición han ido llegando casi todas las Cofradías andujareñas, que cambian los ternos de sus Imágenes Titulares. En esta entrada veremos algunas de las Imágenes de María Santísima vestidas según este concepto.

Como dato a señalar, para esta Cuaresma de 2012, Nuestra Señora de los Dolores, de la Seráfica Hermandad de la Santa Vera Cruz, sigue luciendo sobre sus sienes su corona con luz de plata.



Nuestra Señora de los Dolores (Santa Vera Cruz)

María Santísima de la Victoria en su Soledad

Nuestra Señora de la Amargura

Nuestra Señora de la Esperanza

Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos

María Santísima del Mayor Dolor (Señor de la Columna, de Santiago)

Nuestra Señora de los Dolores, de la Agonía en el Huerto

(Fotografías tomadas del blog de la Hermandad: http://oracionhuertoandujar.blogspot.com/)

   

Y, a manera de proemio para la Exposición LIGNUM VIRIDE, que la Hermandad de la Santa Vera Cruz celebrará, D. m., durante los próximos días 29 de febrero y 1, 2, 3 y 4 de marzo, en su sede canónica: la Parroquia de San Bartolomé Apóstol, de Andújar, permitidme que os muestre estas manos:

La oración se hará puente entre la Resurrección de Dios y las Aguas Santas de su Bautismo, teniendo como artífice de su plástica al vestidor don Óscar Menéndez-Quintana García.

UNA REINA, SU BARRIO Y SU ARCO

Ella fue la que me acompañó en los comienzos de este año 2012, de la manera que aquí os muestro. La fotografía que reproduzco es un recordatorio, una felicitación de Año nuevo, que me hacía llegar mi amigo Rafael Blanco y que guardo en mi cartera junto a los rostros de Dios y de su bendita Madre a los que me dirijo en mis cuitas y en mis glorias.

Ella, Nuestra Señora de los Dolores, es quien da vida a su barrio y lo mantiene. Lo que ocurre es que muchos no lo saben. Dolores de Capuchinos es una Reina que lleva entre nosotros muchísimas tardes de Salves y Rosario. Así lo saben sus hijos y así lo sienten sus fieles cofrades.

Yo os confieso que, desde antiguo, le tengo ese amor próximo que sentimos los cofrades por todo lo nuestro. Ella es la Madre que siempre me miró desde su altar, aunque yo no prestara especial atención a sus palabras.

Sería la intervención del maestro imaginero Salvador Madroñal, junto a todo el amor y el acierto empleado en su ajuar por parte de sus vestidores y camaristas, la que ha hecho que mi atención se centre, con mas detenimiento, en esos detalles que sustentan las meditaciones cofradieras.

Ya durante el Pregón de Semana Santa de 2007, Ella exigió la oración, hecha jaculatoria lauretana, de sus Dolores y de sus gozos Pastoreños.

Ahora, a través de su ejemplo (fiel siempre a los tiempos litúrgicos), nuestra Madre de Capuchinos viene acortando las tardes que nos acercan al Triduo Pascual. Y así ocurre que, acudir a su encuentro, minutos antes del comienzo de la Santa Misa, me es un tiempo muy querido y preciso.

Que su luz -que da fe a todo un barrio-, que ese caudal de oraciones que nos llegan desde la puerta oriental de la ciudad, guarden plenamente nuestras almas para que seamos fieles custodios de nuestra Madre buena, de la misma forma en que lo son esos dos dragones que orlan su manto, aquellos que parecen escapados de un zócalo iliturgitano de soberbia cerámica.

Nuestra Señora de los Dolores vestida de hebrea para la Cuaresma de 2012

(Fotografía: http://oracionhuertoandujar.blogspot.com/)

TRES CARTELES QUE ME GUSTARÍA VER EN NUESTRAS CALLES

Me lo preguntan con cierta frecuencia cuando llegan estas fechas de final de las Vísperas: "Manuel, ¿a ti, qué tipo de cartel te gustaría para anunciar nuestra Semana Santa?"

Pues, a través de la ventana que supone este diario digital y contando con la labor de tres artistas de nuestra ciudad, os voy a mostrar una de mis trilogías, en esta ocasión referida a la cartelería cofrade tal y como yo la entiendo.

Para el primer modelo de cartel ideal, tomamos esta fotografía realizada por Tomás de Jesús Porras (según nos hacen saber en un comentario realizado sobre esta entrada y, gracias al cual, corregimos la anterior atribución). Nos sitúa la imagen ante el frontal de palio de María Santísima del Buen Remedio que luce toda su candelería encendida, haciendo que restalle la belleza de la Dolorosa tallada por Dubé de Luque, así como el halo de plata que nimba a nuestra Patrona. El capataz, junto al respiradero, atento a su gente, compone una clásica y elegante estampa. Los manigueteros, asidos a la Gloria, guardan a la Reina de Santo Domingo. La bambalina, bordada por hermanas de la Cofradía, recrea sombras y luces con una volumetría exquisita. Y los arcos del Ayuntamiento recuperan la grandeza de Andújar. Nuestra Señora, como siempre... ¡preciosa!

La segunda fotografía la he tomado del blog de Ángel Muñoz, fotógrafo cofrade de talento, que muestra en su "Callejuela de azahares" un magnífico recorrido en imágenes y palabras.

En esta ocasión, nuestro Ayuntamiento vuelve a tributar su reconocimiento a nuestras Cofradías; un fondo perfecto. ¡No suele fallar este lugar para las mejores imágenes cofradieras andujareñas!

Ángel ha sabido captar el alma de la Cofradía del Señor del Gran Poder detenido frente a nuestro Palacio Municipal y reinando sobre los volúmenes que crea la orfebrería, la madera tallada y el bordado de su canasto y sus respiraderos.

En esta fotografía también podemos contemplar la planta correctísima de su capataz, pendiente del andar del cortejo litúrgico que precede al Señor y que ha de marcar el comienzo de otra nueva "chicotá".

El equilibrio de la Efigie del Nazareno, de la talla de la cartela central de su Paso, de la orfebrería, de la madera dorada y de la luz, recoge todo aquello que los cofrades esperamos que muestre nuestro Cartel de Semana Santa.

Para terminar, si os parece, podemos abordar un posible cambio de formato como el que vemos en esta fotografía de Carlos Ángel Gálvez Moreno. Os confieso que, a los hermanos de la Vera-Cruz, nos tiene enamorados, hasta el extremo de que la hemos utilizado como fotografía de portada en el blog de la Cofradía: (http://veracruzandujar.blogspot.com/

Aquí se dan cita todos los elementos que un cofrade desea ver en las calles durante la Cuaresma y los días grandes. Pues, no se trata sólo de nuestros Titulares, sino de la forma en la que nosotros entendemos su pública veneración; de cómo son para nosotros algunos de los capítulos de su Catecismo (que, de esta manera podremos enseñar más fácilmente a nuestros hijos y a cuantos a nosotros se acerquen y que no anden muy duchos en Teología). Mostramos, llenos de orgullo, una Imagen muy querida de Aquel a quien hemos decidido seguir. No se trata tan sólo de arte. No es sólo cumplir con una costumbre. No son tan sólo las formas. ¡ES PARTE DE NUESTRA VIDA!

"...YO TE OFREZCO EN ESTE DÍA..."

Le sigue guardando. Está pendiente de él. Continúa velando su sueño. No hay montaje fotográfico que iguale esta realidad. Allí, en el rincón donde el tiempo se pliega y se riza como la cola de la túnica de ruan nazarena, el sueño se hace presagio de días de Gloria.

LA PASIÓN SEGÚN LA CALLE DEL CARMEN

Esta entrada está dedicada a una calle con un soberbio sabor cofrade, y no puede por menos que comenzar recogiendo el transitar de la Reina que la hizo suya para sumarla a los varales de su Palio: Madre de Dios del Buen Remedio camina componiendo corazones al amparo de su candelería de cera andujareña.

El caso es que bien pronto comienza la vida, según el entender cofrade, a sonar por estas estrechuras, signadas entre viejos palacios iliturgitanos, donde el Señor de la Paz rige, en la mañana del Domingo de Ramos, el comienzo de nuestros días magnos.

Hemos conseguido tener en Andújar unas nuevas jornadas cofradieras plenas de significado, con un profundo sabor, de lo que es un perfecto ejemplo esta catequesis dictada, con pocas horas de diferencia, por las Cofradías de la Paciencia y de la Santa Vera-Cruz. 

Así, si la Hermandad de la Entrada en Jerusalén es la primera en cruzar sobre la canal carmelita que busca la vieja plaza principal de la ciudad, corresponde al muñidor de la Vera-Cruz anunciar que, en estos días sacros, la Pasión de Cristo y el dolor de su Madre, junto al discípulo amado, serán los que muevan el ser y la razón de muchos de los vecinos de nuestra Andújar.

Cera de sínople y nazarena salpica los adoquines que devuelven un viejo eco, casi olvidado, y que reverberará en nuestro ser durante todo el año. La Cruz de la Cofradía de la Santa Vera-Cruz dibuja huellas pasionistas sobre la piedra molinaza de la iglesia de Santa María, que sirve de telón a esta calle.

Antífona de Pasión: la calle del Carmen se hace pretorio donde la centuria flagela al Hijo de Dios vivo.

Supremo esfuerzo de Dios, Nazareno Vera-crucero, que, bajo el peso del Santo Madero, recita las Bienaventuranzas a la salida de esta calle, intercaladas entre los pasos de sus costaleros, mientras obedecen la voz de mando: "la izquierda 'alante' y la derecha atrás".

Con su vuelta al Miércoles Santo, la Hermandad de la Paciencia une en esta jornada la fe del centro con la de uno de los barrios por antonomasia de la población: la Pastora y su Hermandad de la Agonía en el Huerto.

Aquí tenemos a la Cruz decana de nuestra Semana Santa, que nos anuncia la presencia en nuestras calles del Señor de la Paciencia y Nuestra Señora del Rosario, y que cruza, de norte a sur, la callada vía de nuestros recuerdos perdidos.

En cambio, aquí vemos a María Santísima del Rosario en la salida de esta calle hacia la Plaza de Santa María. Hay que decir que esta plaza y esta calle son también espacios para la "bulla" cofradiera de nuestra ciudad.

Y, como homenaje a la Hermandad que nos mostró la luz reverberando sobre estas fachadas blanqueadas a todos los cofrades, acabo esta entrada con el Señor de la Sentencia sobre el púlpito de su Paso, ofreciendo su cátedra, dictada al compás de cornetas y tambores, a cuantos se congregan en esta blanca basílica abierta andujareña.

Cera blanca, nazarenos de penitencia y gala, varales que sortean la cal y la reja, soberana entrada de María Santísima del Buen Remedio en la calle a la que, cada año, Ella llena de vida.

- A manera de epílogo: La mayor parte de las fotografías de esta entrada fueron tomadas por Carlos Ángel Gálvez y Jorge Rodríguez Toribio. Gracias a ellos he podido orquestar esta entrada y quiero excusar las ausencias, que, con el tiempo y la búsqueda podremos ir completando con aquellas cofradías que dejan su huella en este atril cofrade ciudadano.

NUESTRAS "BULLAS"

Fotografía: Carlos Ángel Gálvez Moreno

A nuestra manera, también en Andújar tenemos nuestra particular "bulla" en los días de la Semana Santa.

Bien es cierto que nuestras aglomeraciones ciudadanas son más propensas a presenciar las "salidas" de nuestros Titulares, o a ver pasar los cortejos penitentes en lugares como la Plaza del "Mercao" o la calle Ollerías.

El caso es que ahí están nuestros paisanos, buscando a sus cofradías nada más traspasado el umbral de sus capillas y alzando a sus hijos en brazos para mostrarles a ese Dios que camina, igual que antes hicieron con ellos mismos.

El año comenzó con las bullas del día de la Cabalgata de Reyes Magos. Nos aguarda un fin de semana de intensa vida callejera en las ya próximas jornadas carnavalescas. Ya en Cuaresma, nos llegarán los Via Crucis, tanto de la  Agrupación de Cofradías como de la Parroquia de San Bartolomé, que tendrán una presencia interesante de iliturgitanos, aunque, seguramente, distante de la clasificación que aquí tratamos.

Será el Viernes de Dolores, junto a la Madre y Señora de la Vera-Cruz, cuando dará comienzo el final de nuestra espera. Y, para los Veracruceros, nos llegará el principio de la Semana Santa 2013, con el regreso a su capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Fotografía: Carlos Ángel Gálvez Moreno

QUIEN NOS ENSEÑÓ A REZAR... ¡Y A ESPERAR!



Los siglos se acompasan con los desconchones de cal del convento de San Juan de Dios para no sentirse solos. La luz que atraviesa los ventanales que apuntan al sur, recorta el mediodía sobre los azulejos dieciochescos del zócalo, bordando en oro y sínople la blanca nave del arrabal andujareño.

En esas estamos cuando aún la sangre de Cristo no ha empapado el Sagrario, triunfante bajo el anacrónico manifestador.

Prendida en el blanco sudario que agrieta la saya y el manto del color de una noche de invierno, asistimos a una simbólica Llamarada Eucarística escapada de la madera tallada por el artista barroco, que acompaña nuestra vigilia.

El llanto de la Madre angustiada sigue derritiendo, inconsciente, el metal de las espadas. La belleza no deja de estar ahí, a pesar del dolor.

Esta noche es la penúltima luna antes del Parasceve. Nuestras insomnes visperas se aderezan de meditación.