Voy a tratar ahora un caso peculiar, muy nuestro; una calle que, en su extremo norte, recibe sobre sus paredes el nombre de:
...y, en su extremo sur, presenta esta nomenclatura:
La memoria del pueblo recogida en dos momentos importantes de la vida de esta travesía tan cofrade en Andújar, como calle donde se asentó la Casa Cuna de niños expósitos, y como guardesa de la memoria de una querida Hija de la Caridad que desarrolló, en aquel antiguo Hospital Municipal, su labor.Una calle cofrade que vio como, uno de esos tabiques de los que hablábamos ayer, daba paso a un sueño que ya es realidad cofrade y permanente en nuestro ser andujareño: se abrió esta puerta
¡y la cruzó el Señor de la Sentencia!
(Fotografía tomada de http://www.hermandaddelbuenremedio.es/)
Además, la calle me permite pasar del azulejo que veíamos en la entrada CALLEJERO DE CERÁMICA III a este juego de azulejos, con letras individualizadas, muy al estilo de otras ciudades andaluzas, pero con la diferencia de no presentar relieve en el caso de los de nuestra ciudad.
A esta nomenclatura le acompaña el escudo de Andújar aún con el águila de su nobleza ciudadana.
Estos azulejos no hablan de calles con bellísimos nombres para que pasaran por ellos cofradías:
Lugares donde aún transita parte del pulso de la vida cotidiana:
y calles en el corazón de la vieja Judería, donde se deja ver el recuerdo de lo que fueron:
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